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LISBOA - CAMPO PEQUENO (PORTUGAL)

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Ciudad

LISBOA 

Aforo

 9.000 espectadores

Nombre

CAMPO PEQUENO

Historia

Según documentos que formaban parte de la Biblioteca Real de Paço de Mafra, las primeras referencias a las corridas de toros en el Largo do Campo Pequeno, o Alvalade o Pequeno, datan de 1741. Allí se construyó una plaza de madera, con capacidad reducida para espectadores. Desde entonces ha habido plazas de toros en algunos puntos de la ciudad, como Xabregas, Junqueira, Salitre y Campo de Santana.

La actual plaza de toros de Campo Pequeno sucedió a la que existía en Campo de Santana, inaugurada el 3 de julio de 1831 y clausurada en 1888, tras una inspección que prohibió el edificio, por motivos de seguridad relacionados con el mal estado de conservación.

El 19 de febrero de 1889, el Ayuntamiento de Lisboa aprobó una propuesta para conceder a Casa Pia, institución que aún ostenta el derecho exclusivo de organizar corridas de toros en Lisboa, un terreno para la construcción de una nueva plaza de toros, en el Campo Pequeno.

Su inauguración data del día 18 de agosto de 1892, con la celebración de un festejo extraordinario. El primer toro que saltó a su ruedo perteneció a la ganadería de Emílio Infante da Câmara. Su lidia recayó en el jinete Alfredo Tinoco quien, junto a su suplente de esa tarde, Fernando de Oliveira, se disputaron el primer puesto en el traje de los jinetes más importantes del siglo XIX. Para la historia, recordad el cartel de apertura: Caballeros Alfredo Tinoco y Fernando de Oliveira. Banderilleros: Vicente Roberto, Roberto da Fonseca, José Peixinho, João Calabaça, João Roberto y sus compañeros españoles Felipe Aragón "Minuto" y "Pescadero".

Notas

Antes de edificarse plaza alguna con carácter permanente se celebraban suntuosas y espléndidas corridas, para solemnizar algún acontecimiento, en diferentes sitios de la ciudad, habilitándolos convenientemente. Entre otros puntos, se efectuaron en El Roció, en 1647 y 22 de Julio de 1775; en el Torreiro de Pd90, en 1687, para solemnizar el casamiento de D. Pedro II con Dª María Sofía de Neuburg, y en 1738 se habilitó una gran plaza en el sitio denominado la Junqueira a fin de conmemorar el aniversario de la princesa del Brasil.

Por el año de 1790, cuando verdaderamente comenzó el período popular de la fiesta taurina en Portugal, hubo una Plaza en la llamada del Salitre.

D. Miguel I, gran aficionado, hizo construir una por su cuenta, a la que se denominó Quinta velha, en la que se efectuaron importantes corridas.

A estas plazas sucedió la del Campo de Santa Ana, inaugurada en 3 de Julio de 1831, y demolida en 1889. En el intervalo de cincuenta y siete años que estuvo abierta esta Plaza, puede decirse que estuvieron las corridas de toros en todo su apogeo.

Con el derribo de esta Plaza se inició una marcada decadencia en el arte, y sólo se celebraban fiestas taurinas en algunos circos de provincias y en varias poblaciones inmediatas a Lisboa.

Para volver por el prestigio del arte y prestar nueva vida a la afición, se construyó la Plaza de Campo Pequeño, utilizando los planos del notable arquitecto D. Antonio José Díaz da Silva, resultando el edificio digno de la capital del reino lusitano.

Se compone de un cuerpo circular, con 80 metros de diámetro por 18 de altura, y cuatro torreones en sus ejes longitudinal y transversal.

El torreón que constituye la fachada principal está paralelo a la proyectada avenida de las Picoas al Campo Grande.

Tiene una magnífica entrada en esta parte del edificio.

Son verdaderamente lujosas sus dependencias, entre las que se cuentan salones de descanso para los espectadores de palcos, buffets, despachos de billetes, cuartos de tocador, corral para los carruajes de la Casa Real, corrales, cuarto de los campinos (vaqueros), cuadra de 160 metros cuadrados para caballerizas, salones para el público, escritorios, toriles para embolar, magnífica enfermería de sesenta metros cuadrados, camarines para los caballeros rejoneadores, un espacioso recinto para guardar, las cabalgaduras de los espectadores, etc.

La arquitectura del edificio es árabe, y semejante a la de la Plaza de Madrid, excepción hecha de los torreones.

En el interior tiene, a más del palco real y los de los ayudantes del rey, 20 palcos dobles, divisibles, y 46 más pequeños.

El palco real está precedido de un salón con lujosas dependencias, y desde él se asciende a la cúpula más elevada, que mide 30 metros de altura desde el suelo, y en la que hay un mirador, desde el que se descubre un hermoso panorama.

Debajo del palco real está el de la autoridad, y más abajo, paralelos a los tendidos, otros tres destinados al inteligente, al ganadero, y otro mayor, con doce asientos, para la prensa profesional.

Los tendidos tienen 14 filas de asientos con otras tantas entradas.

Entre puertas y ventanas exteriores tiene el edificio 420 huecos, y su capacidad es de 11.100 personas,

Fuente

Campo Pequeno   http://www.campopequeno.com/tauromaquia/historia/a-praca-de-toiros  

BDCYL . La Tauromaquia (1895) - Vázquez y Rodríguez, Leopoldo