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NIMES (GARD - FRANCIA)

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Ciudad

NIMES 

Aforo

15.643 espectadores

Nombre

Les Arenes de Nimes

Historia

Es un anfiteatro romano.

Notas

El antiguo anfiteatro, que hoy se ha convertido en Plaza de Toros, es seguramente el que en Francia tiene mayor importancia, no sólo por las corridas que allí tienen lugar, sino por los muchos y buenos aficionados que hay en la población.

Durante mucho tiempo estuvo recubierto de tierra hasta una tercera parte de su altura, habiéndose transformado sus arcadas en viviendas que formaban un barrio; todo lo cual ha desaparecido sin estar completamente reparado.

La forma que afecta el anfiteatro es elíptica, midiendo su eje mayor 133,40 metros en la parte exterior, y la menor 101,40. El perímetro exterior de la elipse es de 364,82 metros, variando el espesor entre 31 y 32. En el interior tiene el redondel, también de forma elíptica, 69,14 metros de diámetro a lo largo, y 38,34 por la parte más corta, ostentando este suntuoso monumento de las pasadas épocas una altura total de 21,83 metros, al que se entra por unos pórticos, cuya luz o apertura es de 3,80, a excepción de los principales, que son de 4,45.

Los corredores de acceso son suficientes para que la entrada y salida del público se efectúe con rapidez y desahogo. Los espectadores llegan a sus localidades por vomitorios, y a éstos por pasadizos que están en comunicación con cinco galerías concéntricas tendidas en el espesor del muro.

La parte inferior del anfiteatro tiene dos galerías: una exterior e interior la otra; sobre aquella se desarrolla otra en el primer piso, coronada por otra a su vez. Entre las dos del piso bajo se desenvuelve la quinta galería, que se denomina de entresuelo.

La circunferencia exterior tiene dos pisos, y en cada uno de ellos existen 60 huecos o ventanas, separadas en lo bajo por pilastras y en lo alto por columnas de orden toscano. Los huecos del piso bajo están cerrados por elegantes verjas de hierro de unos dos metros de altura.

El atrio que corona el todo tiene fuertes aparatos destinados a soportar las cuerdas de los toldos que libran a los espectadores del sol.

Los escalones del tendido de que consta el circo, incluyendo la contrabarrera, son 34, y pueden acomodarse en tan magnífico anfiteatro próximamente 20.000 espectadores, que asisten y llenan todas las localidades cuando se celebran corridas de toros de muerte á la española.

Las 60 arcadas del piso bajo conducen á la galería de entresuelo por una rampa, y directamente a la interior, y ésta da pasó a las Cuatro primeras filas del graderío.

Las restantes galerías de que hemos hecho mención conducen a las demás localidades del circo.

La época en que se construyó este edificio no puede precisarse; unos la atribuyen a los tiempos de Tito, otros al de Domiciano, y no falta quien lo atribuya a Antonino, de quien se dice que para honrar a su patria, pues era oriundo de Nimes, levantó en ella soberbios edificios e importantes monumentos, suponiéndose que el anfiteatro debió quedar terminado por los años de 138 al 160 de la Era cristiana.

En este vasto circo han actuado celebrados diestros españoles. El Tato toreó en él los días 10 y 14 de Mayo de 1863, y estoqueó toros de la ganadería de Coulomb hermanos. Después del Tato han desfilado por la Plaza de Nimes Mendívil, Paco de Oro, Valdemoro, Angel Pastor, Currito y Mazzantini; este por los años de 1882 y 1883 se hizo popular en la población, obteniendo éxitos ruidosos.

En 1887 trabajó en esta Plaza Salvador Sánchez (Frascuelo), en una corrida dispuesta con toros del Duque de Veragua; el segundo de los cuales le cogió y volteó, infiriéndole una herida de bastante consideración, cuyo lance impresionó mucho á no pocos espectadores.

Posteriormente han toreado en la Plaza de Nimes Chicorro, Caraancha, el Gallo, Marinero, Espartero, Guerrita, Fabrilo, Torerito, Lagartijillo, Minuto, Bonarillo, Pepete, Reverte, Fuentes, Quinito, Falco, Bombita, Litri y algunos otros, y gran número de matadores de novillos, pues anualmente se celebran en dicha población muchas corridas de toros y no pocas novilladas.

A más de los importantes periódicos taurinos que se publican en esta población francesa, han contribuido no poco a arraigar la afición al espectáculo genuinamente español, entre otros, en primer término, el distinguido escritor Mr. Ferdinand Parent, Mr. de Milhaud, ganadero, y el infatigable aficionado valenciano D. Manuel García, que ha organizado excelentes corridas de toros.

Fuente

BDCYL . La Tauromaquia (1895) - Vázquez y Rodríguez, Leopoldo