- MULETA - PASE POR ALTO -
MULETA - PASE POR ALTO
Pase por alto - José Gómez Ortega "Joselito"
Engendrado como el natural, pero más airoso y elegante, se remata levantando el brazo en el momento en que derrota el animal, pasándole el paño por encima de la cabeza y en dirección a la cola, dejando que el cuerpo del toro pase en toda su longitud bajo los vuelos de la muleta, sin que el lidiador ceda un ápice de terreno hasta rematar para reponerse en seguida y esperar el nuevo ataque.
Respecto a la colocación del espada, y forma de presentar la muleta, en este pase hay que tener presente lo que se deja consignado acerca del pase natural, debiendo añadir que éste como todos cuantos se dan a las reses para prepararlas a la suerte suprema, tiene su fin determinado, y que el pase alto es el indicado con los toros que tengan, marcada tendencia a humillar o lleguen a manos del espada arrastrando la cabeza por el suelo.
Estos pases, cuando la muleta se mueve en sentido de abajo arriba, sin que el trapo rojo recorra el lomo del animal, y a que se denominan generalmente de telón por moverse en la misma forma que los telones de teatro, se emplean con el objeto de levantarle la cabeza, no debiendo abusar de ellos el lidiador si quiere conseguir lo que se propone.
Pase por alto - Juan Belmonte
También son útiles los pases por alto con la mano derecha, y con la izquierda, cuando se acuestan los toros del lado izquierdo o derecho respectivamente, pero dando los puramente precisos y evitando la repetición de ellos cuando el espada vea que el bicho perdió el defecto que se trataba de corregir.
Los altos sobre la mano derecha son de efecto seguro cuando los toros buscan el abrigo de las tablas, se amparan en ellas y en sus acometidas no adelantan más que dos o tres pasos.
Para practicarlo con lucimiento y causar el resultado apetecido, se deben dar acercándose lo más posible a la res, adelantando bien la muleta y cargarle mucho la suerte a fin de desengañarle.
Para evitar que al quitar el trapo de la cara pueda la res, si se revuelve con prontitud, cortar el viaje del lidiador, es conveniente que cerca de los tableros, y detrás del espada, haya un peón que meta el capote al cargar la suerte y le corte la intención de revolverse llamándole la atención.
En recuerdo, admiración y respeto a D. Leopoldo Vázquez y Rodríguez, Luís Gandullo y D. Leopoldo López de Saá - La Tauromaquia - 1895