BANDERILLAS - AL CUARTEO - 2
- Banderillas al cuarteo -
Definición:
AL CUARTEO
Suerte:
de Banderillas
Descripción:
El banderillero arranca "cuarteando" (siguiendo una curva idealmente trazada sobre la arena) el terreno, avanzando hacia la confluencia con el toro, y una vez llegados a la cabecera, meter las manos abajo y sacar el par hecho, cuajado, clavándolo por delante, realizando esa proeza que se llama "asomarse al balcón", y que no es otra cosa que mirar perpendicularmente al morrillo, de arriba abajo, para salir apoyado en los palos.
Una vez que el banderillero ha conseguido la atención de la res y ha tomado la distancia oportuna le andará por derecho, con los brazos abiertos, aunque discretamente recogidos, y las manos a la altura de las hombreras portando en cada una de ellas una banderilla.
El pico oblicuo del arpón debe quedar hacia arriba -para que no resbale sobre la piel del bovino al pretender clavar-, avanzando hacia la cara del toro hasta provocar la arrancada iniciando la carrera y el cuarteo; esto es, salirse de la recta dando un rodeo por el lado que banderillee. Momentos antes de la reunión, juntará las manos a la altura aproximada de la cara y, tras bajarlas todo lo posible, las volverá a alzar en el instante de la reunión, para clavar los palos.
Notas:
Es la forma más habitual de banderillear.
La situación del toro será en el "tercio" - entre la segunda raya de picadores y los medios -; una vez provocada la embestida del toro por el banderillero, éste "cuarteará" - con torería y majeza -, el espacio de "terreno" existente ambos, describiendo un semicírculo hasta el mismo momento de producirse la denominada "reunión" entre toro y torero, momento que deberá ejecutarse ("clavar") el par de banderillas.
Ya Pepe Hillo recoge una definición:
"El diestro se colocará a una distancia proporcionada, ya se halle el toro parado, ya venga levantado, y llamándole partirá de sesgo para encontrarse con el toro, el cual tomará necesariamente el mismo giro en busca del torero. Luego que éste se haya reunido con aquel en el centro de la suerte, se quedará para meterle las banderillas en el cerviguillo en el mismo acto que baje la cabeza para dar la embestida".
Paquiro añade que:
"el diestro sitúa las banderillas a una distancia proporcionada, para que cuando el toro tire la cabezada se las clave él mismo, sin tener por su parte que hacer otra cosa más que abrir las manos, con lo cual quedan puestas, como si de ellas se le hubieran caído al morrillo del toro".
Fuente:
Enciclopedia Taurina - Editorial de Gassó Hnos. por José Silva Aramburu "Pepe Alegrias"