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- CLUB TAURIN DE PARIS - Fundado en 1947

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NOMBRE

 CLUB TAURIN DE PARIS

FUNDACIÓN

 AÑO 1947

HISTORIA

Este club fue creado en 1947 por gente enloquecida por la imposibilidad de ir a ver corridas en España durante los largos años de guerra, civil y luego mundial. Además, dos de los fundadores, el presidente el doctor Henry Ey y el vicepresidente el doctor Paraire, eran psiquiatras; sabían lo que significaba la locura. Y no dudaron en fundar esta asociación, uno de cuyos principales objetivos era juntarse para ir a ver toros en España.

Entre los integrantes de los primeros tiempos destacamos los nombres de artistas como Roger Wild, autor de la insignia del club, escritores como Michel Leiris, periodistas, editores, abogados; sin duda dos hombres fueron, durante muchos años, el alma y la fama de la -CTP-, Claude Popelin y Auguste Lafront “Paco Tolosa”; fueron dos revisteros y escritores franceses cuyas obras más han marcado a varias generaciones de aficionados.

Hasta principios de los años ochenta, los encuentros se desarrollaban en el prestigioso marco de la Biblioteca Española; esta biblioteca, ubicada en la avenida Marceau, tenía una sala de reuniones todo en hermoso “parquet”, estuco y chimenea de mármol, con plataforma y piano, que se adaptaba admirablemente a conferencias dadas por y para gente culta y un poco socialité (sociable). Indudablemente, era menos adecuado para discusiones acaloradas de fastuosos aficionados a los gestos, que no se podía sostener fumando, y menos bebiendo o comiendo tapas. Pero había algo muy español en ello, que recuerda a esos círculos muy serios que se encuentran en Madrid o Sevilla.

Es innegable que el club sigue hoy marcado por sus orígenes, aunque quizás sea menos formal; aunque haya recorrido un largo camino en esta dirección, todavía está bastante lejos de la imagen que uno puede “añorar” del sur de Francia, particularmente en el momento de la feria local. No tenemos una feria local y por lo tanto no tenemos una política taurina local en la que participar, no hay vínculos políticos, económicos, sindicales o parroquiales. Ganamos en serenidad lo que perdemos en activismo. Esto no impide que el club cuente entre sus miembros con un cierto número de aficionados practicantes. Tampoco tener actividades que son, al fin y al cabo, las de todos los clubes: conferencias, tertulias, proyecciones. Pero no otorgamos exclusividad al testimonio, ya sea el de una persona o el de los hechos que transmite la imagen. Nos gusta incluir debates sobre ideas con un tema y tema definido en nuestras reuniones, y si no tenemos un invitado para dirigirlos o presentarlos, lo hacemos nosotros mismos.  Este club, para concluir, tiene una sola vocación: permitir que sus socios expresen y profundicen, lejos de las plazas, su afición. Sin local, sin carteles, sin trofeos, banderillas o trastos, sin ni siquiera guitarra, muchas veces incluso sin imágenes, evocamos la pasión por la tauromaquia con palabras que reemplazan a París, sus adoquines y sus mármoles, por un círculo de arena rodeado de gradas.

ENLACE

 Club Taurin de París https://clubtaurindeparis.com/ 

FUENTE

Club Taurin de Paris