Recortes con Roscaderos
Por su gran interés didáctico e informativo, y con el fin de facilitar y potenciar el conocimiento de la fiesta de los toros, reproducimos con admiración y respeto parte de la obra de la Junta de Andalucía. Consejería de Gobernación. Dirección General de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas. Cuadernos de Aula Taurina: Otras Tauromaquias, por D. José María Martínez Parras. Sevilla, 2007.
CONCURSO DE ROSCADEROS
La suerte del roscadero o del cesto consiste en citar a la res, generalmente una vaca, para que embista y corneé en el interior de un cesto o roscadero. La suerte se practica en cuadrillas de cinco personas de las cuales, cuatro llevan y sujetan el roscadero y la quinta, el recortador, se encarga de poner al animal en suerte y de sacarlo del cesto que interviene recortando a cuerpo limpio. Es una suerte típica de Aragón.
El roscadero es un cesto de mimbre grande y profundo, muy parecido a los que se usaban antiguamente en la vendimia o para llevar frutas y verduras. El cesto se ensancha alrededor de la boca, para que la res pueda meter mejor la cabeza. A esta parte más ancha del cesto se le llama campana. Atravesando el roscadero se colocan, a distinta altura, dos palos transversales, que atraviesan y sobresalen del cesto, y sirven para agarrar el roscadero. A la estaca que está más próxima a la campana se le llama púa. La estaca trasera puede estar más o menos separada de la estaca púa, dependiendo de la forma de llevar el roscadero. A ambos lados del cesto, donde sobresalen los palos, se suelen colocar unas esterillas de goma para impedir que el pitón de la res pueda atravesar el cesto y pueda herir las manos de los mozos.
Hay dos formas diferentes de llevar o coger el roscadero:
- Una, en la que el mozo que lleva el roscadero o mozo llevador, lo agarra por la estaca trasera con una mano en cada extremo, mientras que otros dos mozos, denominados púas, sujetan, uno a cada lado del roscadero, la estaca delantera. Los mozos púas se agarran al mozo que lleva el roscadero echándole la mano que les queda libre por el hombro. El cuarto mozo se coloca detrás del mozo llevador, sujetándolo por la cintura para impedir que la vaca lo desplace hacia atrás. Para ello, debe estirar una de sus piernas lo más posible para que haga de puntal y ofrezca mayor resistencia a la fuerza de la vaca.
- En la otra forma, tanto el mozo llevador como los mozos púas cogen el roscadero de la estaca delantera, mientras que el cuarto mozo lo agarra de la estaca trasera. Los púas también se agarran al mozo llevador echándole los brazos por los hombros.
La suerte del roscadero se puede realizar en la calle, participando varias cuadrillas a la vez, o en las plazas de toros, normalmente en formato de concurso, donde las cuadrillas actúan de una en una.
Todos los años se celebran concursos de roscaderos en la mayor parte de los pueblos y ciudades de Aragón, siendo muy tradicionales tanto en la comarca de las Cinco Villas, como en la Ribera del Ebro, aunque el concurso más importante es el que se celebra en Zaragoza, coincidiendo con las fiestas del Pilar.
En estos concursos, las cuadrillas lidian dos vacas. El concurso consiste en hacer que la vaca embista al roscadero el mayor número de veces durante un tiempo determinado, generalmente tres minutos. A los topetazos que da la vaca al roscadero se les denomina tozadas. Trascurrido este tiempo, la vaca se retira del ruedo con la ayuda de los cabestros.
En los concursos de roscaderos que se celebran en plazas de toros, se trazan dos circunferencias concéntricas, separadas entre sí dos metros, en los medios del ruedo. La cuadrilla con el roscadero se sitúa por dentro de la raya interior, no debiendo salir de este círculo, mientras que la vaca se pone, en suerte por fuera de la raya exterior.
La cuadrilla vencedora es aquella que consigue el mayor número de tozadas. Si la cuadrilla es derribada o la vaca consigue sacarlos del círculo interior son eliminados del concurso.
Para realizar esta suerte, lo fundamental es avanzar hacia la vaca llevando los cuatro mozos el mismo pasó, avanzando todos con el mismo pie. Cuando se produce el encuentro entre la vaca y el roscadero hay que procurar tener el cesto lo más hacia abajo posible para contrarrestar la fuerza que la vaca hace hacia arriba con la cabeza. Cuando la vaca haya embestido varias veces es conveniente andar hacia atrás para darle más confianza y permitir que se recupere.
El Roscadero es una suerte muy antigua que, durante mucho tiempo, se utilizó para tentar en las ganaderías que pastaban en La Rioja, Navarra y Aragón, todas ellas de casta Navarra. Esta suerte llegó a ser muy popular, siendo inmortalizada por Francisco de Goya en uno de sus dibujos.
La tienta, que se efectuaba en medio de un cercado, consistía en ver cómo acometían los animales al canasto, que era portado por los vaqueros. Los criterios de selección eran varios: la primera embestida, las veces que embestía, la forma más o menos humillada de hacerlo, etc.
Esta forma de tienta, hoy totalmente extinguida, se ha conservado gracias a los Concursos de los Roscaderos.