PROEMIO
En el toreo la res representa la fuerza, el orgulloso destino de la brutalidad incontenible. Para nuestro público, si el toro no se incorpora a la lidia con su cornamenta natural intacta, el espectáculo carece de aliciente y pasión. Y no es que, en estos casos, la lidia se halle desprovista de grandiosidad y belleza; lo que ocurre es que, si el combate no se desarrolla teniendo en cuenta la integridad natural de sus componentes, hombre y toro, se cree que es un espectáculo tan artificioso como aburrido.
Al mes de nacidos aparecen en los becerros los extremos del tallo córneo; el crecimiento se efectúa de una forma regular, hasta el año y medio y a razón de un centímetro por mes. Durante el primer año el brote posee un aspecto áspero, con una decamación poco vistosa; más al llegar a la pubertad, desaparece este defecto por la caída de las escamas. Es al año de la vida de la res cuando aparece el primer anillo. A los dos y tres años brotan el segundo y tercer anillos. Este último tiene, en realidad, más importancia en cuanto que es el que queda en la estructura córnea. A esta última edad se forma la bellota por la eliminación de las capas de la punta del cuerno. A partir de entonces cada año brota un nuevo anillo debajo del anterior, de tal manera que la edad del toro será dos años más que el número de anillos permanentes.
En el cuerno hay que distinguir el tamaño, la forma, color, dirección, etc., que sirven para su catalogación en el lenguaje taurino.
El profesor Sánchez Belda describe como tipo de cornamenta perfecta, en la raza de lidia, aquella que se ajusta al siguiente modelo: "Inserción horizontal; dimensiones medias, ni cornalón ni cornicorto, y cornifino; sobre todo no debe pecar de muy pequeño, porque se considera como defecto mayor que el opuesto; integridad absoluta, simetría exacta, y respecto a la dirección deben partir en continuación de la línea del testuz, con una longitud aproximada de 20 cm., se incurvan adelante y siguen hacia arriba y un poco hacia afuera; desde la parte acodada hasta el pitón media una distancia algo mayor que la primera. A los individuos con estas características de cuernos se llama bien encornados o bien armados".
Los cuernos o astas desempeñan el papel de armas de combate (de defensa y ataque) en todos los miembros de la extensa familia de los bóvidos. A este propósito, y refiriéndose a las reses de lidia, el célebre novelista americano Hemingway escribía: "Es el cuerno quien hace la corrida de toros."
La potencia de estos apéndices y su peligrosidad son tales que sólo hay que observar el número y volumen de los músculos del animal que ejecutan la cornada.
Con la admiración y respeto a Don Benito Madariaga de la Campa – El Toro de Lidia - 1966