- LOS ENCIERROS - GENÉRICO -
Por su gran interés didáctico e informativo, y con el fin de facilitar y potenciar el conocimiento de la fiesta de los toros, reproducimos con admiración y respeto parte de la obra de la Junta de Andalucía. Consejería de Gobernación. Dirección General de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas. Cuadernos de Aula Taurina: Otras Tauromaquias, por D. José María Martínez Parras. Sevilla, 2007.
ENCIERROS
Los encierros consisten en conducir, llevar, normalmente con la ayuda de cabestros, uno o varios toros por un itinerario rural, urbano o mixto previamente delimitado. Las reses utilizadas en el encierro, suelen ser lidiadas posteriormente en un espectáculo taurino (corrida de toros, novillada, etc.).
El recorrido urbano debe encontrarse previamente vallado a ambos lados con materiales resistentes que garanticen la seguridad de los espectadores e imposibiliten la salida al exterior del recorrido de las reses que intervengan en el encierro.
Durante los encierros está prohibido citar, recortar o quebrar a las reses.
Los encierros, como festejos populares, tienen su origen en las corridas caballerescas medievales en las que los toros debían ser conducidos previamente a los cosos donde se celebraban estos festejos y, a partir de cierto momento, gente del pueblo comienza a correr junto a los toros durante su traslado por la ciudad.
Los encierros se hacen a caballo o a pie e incluso, en algunos casos, se realizan primero a caballo, en un itinerario rural y después, ya dentro de la ciudad, a pie. En los encierros a caballo los jinetes suelen ir detrás de los toros y, en muchos casos, transcurre lentamente; en los encierros a pie, en cambio, los corredores se sitúan delante de los animales. Los encierros mixtos son típicos de muchas ciudades de Castilla-León, siendo los más renombrados los de Cuéllar (Segovia) Arévalo (Ávila), Olmedo, Medina del Campo (Valladolid) y Ciudad Rodrigo (Salamanca).
Los encierros de Cuéllar, que tienen lugar durante los últimos días de agosto, con motivo de las fiestas de Nuestra Señora del Rosario, están considerados los más antiguos de España, como se constata en un documento de 1215 en el que se habla de que "es costumbre inmemorial encerrar toros en Cuéllar". Los encierros se inician a las ocho de la mañana, con el traslado del ganado, desde unos corrales que están a unos 5 kilómetros de la ciudad, hasta los alrededores de la misma. Durante este recorrido, los toros son conducidos exclusivamente por caballistas, llegando a Cuéllar sobre las nueve y media, donde comienza el encierro propiamente dicho que tiene lugar en un recorrido urbano de unos 1.500 metros aproximadamente, hasta llegar a la plaza de toros. Posteriormente, en la Plaza Mayor se celebra la Probadilla, una especie de capea en la cual los mozos hacen cortes y regates a un novillo.
Dentro de los encierros a pie que se celebran en itinerarios urbanos, los más conocidos y de más popularidad son los que se celebran en Pamplona durante sus fiestas de Fan Fermín. Otros encierros de renombre son los de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Aunque, quizás el más original sea el encierro del Pilón en Falces (Navarra) que discurre por un itinerario rural y en el que se corren vacas que bajan del monte por un estrecho, sinuoso y escarpado camino.
En Andalucía, y más concretamente en las poblaciones onubenses de Beas, San Juan del Puerto, Niebla y Trigueros, se celebran unos encierros con unas características especiales, ya que se corren un gran número de reses, normalmente vacas, haciéndolo en varias ocasiones seguidas.