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La documentación escrita retrotrae la tradición taurina requenense hasta el siglo XVI. Tras siglos de emplazamiento de los festejos taurinos en instalaciones temporales como plazas públicas y la propia fortaleza de Requena, en 1899 se constituyó la Sociedad de la Plaza de Toros integrada por 396 requenenses que tuvieron que hacer frente a los gastos de erección de una plaza permanente.
La plaza alberga un interesante museo donde se detalla la evolución de la tauromaquia en Requena.
El coso es de estilo neomudéjar con dos anillos concéntricos de arcos de medio punto, ladrillo cerámico en el suelo, ventanales con arcadas de herradura y una capacidad de 5.000 localidades. Consta de tres amplios corrales con corraletas, seis chiqueros, patio de caballos, enfermería, desolladero, capilla, almacenes, taquillas, etc.
El diámetro del ruedo es de 40 metros y posee cuatro burladeros y cuatro puertas de doble hoja: toriles, puerta de cuadrillas, puerta principal y de acceso a enfermería.
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