Historia |
La primera corrida de toros de la que se tiene constancia en Logroño fue un festejo regio celebrado en 1148, con motivo de la coronación de Alfonso VII.
La primera plaza estable de la ciudad data de mediados del siglo XVII, estaba situada en el lugar que actualmente ocupa el cuartel de la Policía Nacional y era denominada como “El Coso”.
En el año 1858 se preparó una plaza de madera, que puede considerarse como la primera plaza dedicada con exclusividad a los festejos taurinos. Su derrumbamiento en 1861, dará lugar a la construcción en 1862 de una plaza -con carácter permanente- realizada en piedra, pues para su construcción se aprovecharon parte de las murallas.
Fue inaugurada el 5 de octubre de 1863, mientras que un incendio la destruyó en su totalidad el 9 de julio de 1914. A partir de ese momento se piensa en la construcción de una plaza de toros sólida y estable.
La construcción de la nueva plaza, denominada "La Manzanera", tuvo lugar en 104 días, bajo la supervisión del arquitecto riojano don Fermín Álamo. El día 3 de mayo de 1915 comenzaron las obras, finalizándose el 5 de septiembre de ese mismo año. El presupuesto incial para la construcción de la plaza era de 150.000 pesetas, mientras que el coste total de la misma ascendió a 195.000 pesetas. Contaba con un aforo de 9.726 localidades, un ruedo de 50 metros de diámetro, 7 corrales, 8 chiqueros, capilla y enfermería. Su estilo era neo mudéjar.
La inauguración tuvo lugar el día 21 de septiembre de 1915. Se colgó el cartel de “No hay billetes” y se anunció a los diestros Joselito “El Gallo”, Juan Belmonte y “Saleri II”, que lidiaron toros de la ganadería de Veragua, siendo el primer toro que saltó al ruedo “Tostonero”.
El día 21 de septiembre de 2001, festividad de San Mateo, se inaugura la nueva plaza de toros de "La Ribera", con un cartel formado por Enrique Ponce, Julián López “El Juli” y Diego Urdiales, que lidiaron reses de la ganadería de José Luis Marca. El diestro Diego Urdiales obtuvo la primera oreja en la nueva plaza. El primer toro lidiado se llamó "Botellero", negro mulato, núm. 23 y de 550 kgs de peso.
El coso de la ribera es arquitectónicamente similar al coso de Illumbe, de San Sebastián, en su interior pero por fuera está rematada con una galería perimetral acristalada que recorre todo el anillo y lo comunica con los tendidos, ofreciendo a los espectadores una sorprendente visión de los terrenos colindantes al Ebro.
La plaza cuenta con mas de 11.000 localidades distribuidas en 10 tendidos y al igual que la de San Sebastián, cuenta con todas las comodidades para albergar todo tipo de espectáculos durante el año ya que cuenta con una innovadora cubierta móvil y amplios tendidos.
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Notas |
Con anterioridad al año 1862, en la ciudad de Logroño, se construían Plazas de madera, donde se celebraban anualmente las renombradas corridas de las ferias de San Mateo, con reses de las más afamadas ganaderías, y matadores de toros de los que figuraban en primera fila.
Con plazas de esta índole hubieran seguido valiéndose, a no haber ocurrido el año de 1860 una sensible catástrofe, a causa de no tener la Plaza la amplitud necesaria para dar entrada y salida a los espectadores de gradas y palcos, puesto que sólo tenía dos escaleras bastante incómodas y estrechas. La aglomeración de gente en ellas y la poca resistencia que se les dio, hizo que se hundiera una de éstas cuando mayor afluencia había, resultando gran número de personas lesionadas.
Esto fue causa de que pensaran seriamente en la edificación de una Plaza de fábrica, de gran solidez.
Para llevar a cabo el proyecto, se emitieron acciones, que fueron buscadas con empeño, teniendo en cuenta el éxito que producían las Plazas de madera, y calculando, por tanto, que los rendimientos habían de dar un buen rédito al capital empleado en su construcción.
Colocadas todas las acciones que se emitieron, se procedió inmediatamente a la edificación de la Plaza, en cuya construcción entraron sillería, hierro y madera.
La Plaza, cuya forma es la de un polígono, tiene tres pisos con amplios asientos y extensas localidades, en las que cómodamente pueden colocarse más de 11.000 espectadores.
Para el servicio del público tiene 24 puertas, y dan acceso a las localidades referidas seis escaleras de la amplitud necesaria para que la entrada y salida del público pueda efectuarse en breve término.
Las dependencias son también bastante espaciosas, y figuran entre ellas una cuadra capaz para mas de 30 caballos, corrales para permanencia de dos corridas de toros, corral de apartado con balconcillos, desde donde puede el público presenciar la operación, ocho chiqueros regularmente acondicionados, enfermería y donde se habilita la capilla en días de corrida, sala de espera para los toreros, administración, cuarto para el conserje, guadarnés, despacho de billetes y dos o tres habitaciones reducidas, que se utilizan para diferentes servicios.
El redondel mide 50 metros escasos de diámetro, y el callejón, donde hay los burladeros indispensables, tiene una anchura de 1,40.
La edificación terminó en 1863, año en que tuvo efecto la inauguración el día 08 de septiembre, en las ferias de San Mateo.
Desde entonces ha sufrido, la Plaza algunas reformas para reconstruir aquellos desperfectos que ha ocasionado la acción del tiempo.
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