Historia |
La antigua Plaza de Toros de León, se inauguró con dos corridas que se verificaron los días 03 y 20 de Octubre de 1892; en la primera se lidiaron toros de don Juan Sánchez, de Carreros, por las cuadrillas de los diestros Luís Mazzantini "Mazzantini" y José Dámaso Rodríguez "Pepete", y en la segunda, que se había anunciado para el día 04 y hubo de suspenderse por lluvia, trasladándose a la fecha antes indicada (del día 20), los mencionados espadas estoquearon reses de la ganadería de la Sra. Condesa de Patilla.
Desde el año 1892 hasta el año 1930, se construyeron en la ciudad de León varias plazas de toros -provisionales, de madera-, y en distintas ubicaciones.
La actual Plaza de Toros de León -obra del arquitecto don Domingo López-, más conocida como Plaza de Toros de “El Parque” se inauguró el 24 de junio de 1948, con la celebración de un festejo taurino en el que alternaron los diestros Luís Miguel Dominguín (dos orejas y rabo, que el diestro rechazó ante la protesta espectadores) y ovación. Pepín Martín Vázquez (división de opiniones y ovación) Paquito Muñoz (vuelta al ruedo en sus dos toros). Se lidiaron reses de las ganaderías de Montalvo y de Santa Coloma.
En el año 1993 don Gustavo Postigo compró la Plaza de Toros de León, que llevaba seis años cerrada, con varios tendidos hundidos y la cimentación seriamente afectada, encontrándose en un estado deplorable. Inmediatamente empezó las obras de restauración y al siguiente año se celebró su reinauguración con un éxito impresionante.
En el año 2000 comenzaron las obras para cubrir íntegramente la Plaza y un año más tarde se inauguró la cubierta del nuevo LEON ARENA.
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Notas |
En la antigüedad tuvo esta capital una Plaza de madera, destinada a corridas de novillos, y en la que se daban al año un par de ellas.
Los espectáculos celebrados contribuyeron a que la afición tomara no pocos vuelos, y a que se proyectara la construcción de otra Plaza que sustituyera a la antigua.
Y se llevó a cabo el proyecto, teniendo en cuenta muy especialmente las ventajas que las corridas de toros reportan a las poblaciones en que tienen lugar, produciendo no pequeños beneficios al comercio de la localidad, puesto que son el espectáculo que más afluencia de personas proporciona a una población.
En poco tiempo se levantó a uno de los extremos de la ciudad.
Era de madera y constaba de un solo piso, el tendido, tras el que había un amplio rellano destinado a gradas y palcos. El tendido tenía barrera, contrabarrera, delantera de sobrepuertas y diez filas de asientos, y en la grada había delantera y cinco filas de asientos.
Los palcos tenían capacidad para ocho o diez personas. Para resguardar del sol una parte de los asientos de grada y los palcos, existía alrededor de una parte de la Plaza un tejadillo de lona.
Entre unas y otras localidades podían acomodarse 7.000 personas.
La forma exterior de la Plaza era un cuadrado, y en su parte interior formaba un octógono, correspondiendo a cada uno de sus lados una división del tendido.
La barrera, formada por tableros de regulares dimensiones, clavados y sujetos a pilarotes de resistencia, tenían 1,55 metros de altura. El diámetro del redondel era de 50 metros, y la anchura del callejón de 1,30 en unas partes, y de 1,75 en los ángulos que formaban unión de las ochavas. Para resguardo del personal de servicio, existía en el callejón el número preciso de burladeros.
Entre las dependencias de que constaba este circo taurino, figuraban la administración, conserjería, sala de toreros, enfermería con dos camas, dos despachos de billetes, una cuadra capaz para 30 caballos, corrales para el ganado bravo con poco desahogo, otro para apartar las reses, y seis chiqueros.
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