Definición:
QUITE
Descripción:
Intervención de un diestro en defensa de otro que se encuentra en situación difícil o peligrosa.
Suerte que ejecuta el torero, generalmente con el capote, para librar a otro del peligro en que se halla por la acometida del toro.
Suerte consistente en llevarse al toro de donde existe peligro, o sacarlo del caballo de picar.
Notas:
Quitar no es sino la acción por medio de la cual se aparta al toro del lugar donde puede existir, o existe para alguien riesgo de cogida.
Aunque el quite puede hacerse también con la muleta, con la montera, o a cuerpo limpio, por lo general se realiza con el capote.
Nota 1:
El quite verdadero, el quite de mérito, es aquel en que derribado al suelo el picador, se le ve esperando con angustia la cornada, sin poderse mover ni evitarla, al toro pegajoso corneando al jaco con codicia, y a todos los espectadores siendo presa de un terror y de un anhelo fatigoso, hasta que la capa del espada cubre la vista de la fiera y aguantándola de cerca sus derrotes, poco a poco y paso a paso la lleva empapada en los pliegues del trapo, hasta apoderarse de ella, consintiéndola con su cuerpo, y salvando, con gravísima exposición de la propia, la vida del compañero desvalido. No hay con qué pagar un quite de esta clase, y para ejecutarle ni deben pedirse observancia de reglas marcadas, ni respetarse jerarquías. De cualquier modo, que se arroje el capote a la cara del toro, de frente, de costado, liándosele al testuz, hágalo el primer espada o el último banderillero, o todos los que cerca estén, siempre será bien ejecutado, si se consigue el fin apetecido; que la vida de un hombre es ante todo. Por eso aplaude el público actos, que no existiendo aquel peligro, no puede tolerar, como son el coleo innecesario, y la intervención de los peones en atribuciones propias del espada; y yo me permito aconsejar a los toreros, que en casos tales, evitando todo barullo, pero demostrando eficacia, ayuden y estén muy a la mira del compañero que arranca la fiera del sitio del peligro, porque haciendo este quite de cara a la misma, tiene que ir retrocediendo cuanto aquella avance, y no es lo mismo ir perdiendo terreno que ganándole, ni fácil atender a la colocación que se ocupa en el ruedo, ni si en él hay otros inconvenientes que puedan acarrear un percance.
Fuente:
Enciclopedia Taurina: Editorial de Gassó Hnos. por José Silva Aramburu "Pepe Alegrías"
Fotografía: www.tauroarte.com por J.A. Prades
Nota 1: Por J. Sánchez de Neira