LA GARROCHA - PUYA - PICA - y VARA DE DETENER

El arma ofensiva y defensiva de los picadores, denominada garrocha, puya, pica y vara de detener, no solamente tiene su historia en la parte que la corresponde del espectáculo en que se emplea, sino su historia nacional; pues si bien es cierto que se construyó para castigar a los toros, también la emplearon el año 8 los vaqueros andaluces, para exterminar a los soldados aguerridos de Napoleón que habían salido ilesos de los metrallazos de Friedland y Jena.

Consiste en un palo de haya, perfectamente alisada con lija para que su aspereza no desaparezca por completo. Tiene 2 metros 60 centímetros de longitud, y un diámetro de 33 milímetros. A uno de los extremos, y resguardado por una pieza de madera de álamo blanco, en la que se practican ranuras para sujetar la tramilla con que se emboza el conjunto, hay un hierro, cuya parte punzante es de forma triangular.

La parte descubierta, y que alcanza mayores o menores dimensiones, según la estación, y tal vez según la conveniencia, es la marcada por el aparato que se emplea para medirla, denominado escantillón, en cuyas regletas están consignadas las dimensiones que los hierros han de tener, y cuyo aparato se reproduce exactamente en esta figura.

Escantillón, para comprobar la medida de las puyas 

Las varas se deben tener antes de la corrida en agua o, por lo menos, en un sitio húmedo, a fin de que conserven su elasticidad y no puedan quebrarse fácilmente.

  

 

 

En recuerdo, admiración y respeto a D. Leopoldo Vázquez y Rodríguez, Luís Gandullo y D. Leopoldo López de Saá - La Tauromaquia - 1895