Plaza de Toros:
Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid
Fecha:
19 de junio de 1960
Ganadería:
"Barcial" (don Jesús Sánchez Cobaleda)
Toreros alternantes:
Gregorio Sánchez, - único espada -
Notas del festejo:
- Corrida de la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros -
- 7 orejas de 6 toros en 5 cuartos de hora -
No se llenó la Plaza de Toros de Las Ventas en esta calurosísima tarde del 19 de junio. Organizado el festejo, en provecho de la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros, con seis reses de «Barcial» para Antonio Bienvenida y Gregorio Sánchez, -mano a mano, fue necesario, por la fuerza mayor de una lesión importante, prescindir del concurso del primero. Por ello, Gregorio Sánchez, actual presidente de la Asociación fue el único matador en este festejo. Y ocurrieron cosas fuera de lo corriente.
Gregorio Sánchez hizo el paseo seguido de dos sobresalientes.
El torero de Santa Olalla cortó las dos orejas del primero, una del segundo, una del tercero, dos del cuarto y una del sexto.
El peor toro de los seis, o el menos bueno, para ser más exactos, fue el quinto.
La lidia de los toros cuarto y quinto se llevó a término en ocho y nueve minutos, respectivamente.
Desde la salida del primer toro al arrastre del sexto transcurrieron sesenta y ocho minutos.
El tercer toro se cayó una vez, el segundo volteó a Sánchez al rematar una serie de verónicas, el cuarto desarmó una vez al matador y el sexto derribó en una ocasión. Y no hubo en toda la corrida más caídas, volteretas, desarmes o costaladas.
Gregorio Sánchez lanceó de salida. sin dar tiempo a los peones a intervenir, a los cuatro primeros toros.
El espada de esta memorable corrida brindó la muerte del primero a la presidencia; la del tercero, a los subalternos actuantes con él en el festejo; la del cuarto, al público y la del sexto, a Vicente Pastor.
Después de arrastrado el tercero, los banderilleros llevaron a hombros a Gregorio Sánchez; se unieron al grupo los picadores, y todos juntos acabaron aquel triunfal desfile. Después de la lidia del cuarto acompañó al matador en la vuelta al ruedo el mayoral de la ganadería. Arrastrado el sexto, Gregorio Sánchez fue despojado a la fuerza de alamares, machos y caireles, paseado a hombros en la vuelta al medo y sacado así por la puerta grande. En el quinto no dio la vuelta al ruedo; pero tuvo que salir al tercio.
Al primer toro le dio Sánchez veintidós lances con el capote; al segundo, catorce-; al tercero, dieciocho; al cuarto, veinte; al quinto, trece, y al sexto, quince. Total, ciento dos. Con la muleta dio al primero veinticinco pases; al segando, treinta; al tercero, veintiuno; al cuarto, veintitrés; al quinto, veinticuatro, y al sexto, veintisiete. Total, ciento cincuenta.
Mató al primero de una estocada; al segundo, de un pinchazo, una estocada y el descabello al primer intento; al tercero, de una estocada y el descabello al primer golpe; al cuarto, de un pinchazo, una estocada y el descabello al primer intento; al quinto, de una estocada, y al sexto, de medía y el descabello al prime» golpe. Total, dos pinchazos, media estocada, cinco estocadas y cuatro descabellos.
El ganado:
Las reses de don Jesús Sánchez Cobaleda, aceptablemente presentadas, dieron en bruto los pesos siguientes: 465, 467, 476. 485, 512 y 506 kilos. El primero tomó regularmente la primera vara, recargó en la segunda; llegó dócil y bravo al último tercio; el segundo salió venciéndose bastante por el lado derecho, recargó muchísimo en el primer puyazo, tomó bien él segundo y punteó durante la faena de muleta; el tercero, muy abierto de cuerna, tomó bien la primera vara, se dolió al castigo en la segunda y fue blando y de cortas embestidas para los toreros; el cuarto se portó mal en el primer encuentro con el picador de tumo, bien en el segundo, regular en el tercero y fue muy dócil y manejable; el quinto frenaba y punteaba de salida, y si bien recargó en una vara, no embistió. franco, y el sexto recargó y derribó en una vara, cumplió en otra y llegó suave a la muleta. En conjunto, el lote de toros fue bueno.
Gregorio Sánchez toreó con el capote bien, muy bien, inmejorablemente. Toreó el toledano cargando la suerte, recreándose, superándose en cada lance; toreó como sólo pueden hacerlo los toreros buenos cuando tienen empeño en convencerse ellos mismos de la autenticidad de sus méritos. Para torear bien por verónicas es preciso asentar firmemente los pies en toda su extensión en la arena, adelantar la pierna contraria, acompasar el ritmo del movimiento del capote al de la embestida de la res... En fin, Gregorio Sánchez toreó perfecta, gallarda y finamente por verónicas y derrochando valor por chicuelinas. El capote del toledano mereció los honores del romance y las delicias de la seguidilla gitana. El capote de Gregorio Sánchez pidió y logró un puesto privilegiado entre los primeros del toreo de nuestro tiempo.
En las faenas con la franela, el torero castellano vivió en el mundo aparte de los buenos muleteros auténticamente valerosos. Empleó una y otra mano con soltura, justeza y garbo; dio pases de pecho, en redondo, por bajo, naturales, trincherazos, cambiados por bajo y muletazos por alto de gran belleza, y salió de un peligroso momento en el sexto con un farolillo obligado, oportuno y gracioso.
Y..,,, ahí queda eso, amigos.
C.
Fuente:
Biblioteca Digital de Castilla y León - Biblioteca Digital Taurina
https://bibliotecadigital.jcyl.es/
(Crítica Taurina de la publicación EL RUEDO - Madrid - 1960 - Por: C.)