Plaza de Toros:       

Real Maestranza de Sevilla

Fecha:     

Día 30 de septiembre de 1915

Ganadería:   Santa Coloma

Toreros alternantes:      

José Gómez Ortega "Joselito" - único espada -

Notas del festejo:  

Gallito corta la primera oreja otorgada en la plaza de Sevilla

¡¡¡ JOSELITO !!!

Echamos las campanas a vuelo?...

¿Para qué?

A nosotros no nos ha sorprendido el triunfo inmenso clamoroso de Joselito en Sevilla.

Y no nos ha sorprendido porque desde su aparición le hemos reputado como el lidiador más grande que vieron los tiempos.

Triunfó en la tarde de su debut de novillero. Siguió si magna carrera en aquel famoso verano de 1912.

Tomó la alternativa en el otoño del mismo año.., y subió a la cúspide de la torería tan pronto como adquirió el doctorado.

¡Acordaos de 1913!

Era su primer año de matador y cobrando como el que más cobraba en aquella época, “dobló en contratos” a Ricardo Torres Bombita, el amo del cotarro a la sazón.

Y triunfó en todas las plazas y cortó en Madrid una oreja y se impuso a los públicos con la avasalladora fuerza de arte insuperable.

Y cuando Ricardo Bomba se dio cuenta de la clase de enemigo que tenía delante y precipitó su retirada, el niño maestro tuvo el gusto de oír las mismas ovaciones y de salir con idénticos honores por la puerta grande que el torero de Tomares en apoteosis.

Dueño ya Joselito del cotarro taurino realizó en 1914 hazañas portentosas ante todos los públicos justificando la alta nombradla que en el arte disfrutaba. Cortó en Madrid cuatro orejas más, dos de ellas en la memorable tarde de los siete toros y para que ni la nota sangrienta faltase en aquella temporada sufrió dos cogidas en el pecho al entrar a matar, que es cuando salen cogidos los valientes. Y cierra Joselito el año taurico con el máximo de corridas toreadas con el «número uno» en el escalafón y con el reconocimiento de su superioridad Indiscutible por parte de la crítica grande que vio al fin en Gallito el torero extraordinario, incomparable, único.

Y viene el año 1915 y surge más violenta que nunca la competencia con su paisano Juan Belmonte.

Organízanse dos corridas mano a mano... El resultado ya lo sabéis, es reciente.

Joselito triunfa una vez más, derrota a su contrincante en las dos peleas, y no contento con eso realiza en pocos días el ciclo más brillante que ejecutó torero alguno. ¿Os acordáis?

Fueron tres o cuatro corridas siguientes a las dos de competencia. El gran torero de Gelves crecíase de tarde a tarde de un modo estupendo con todo lo que le echaban por el toril, coronando su obra magnífica con la bravísima faena realizada con un saltillo bravo y nervioso.

Dos orejas en el espacio de breves días acreditan la labor torera de «su pelea» con Belmonte... ¡Dos orejas que, con las cuatro de 1914 y la de 1913, suman siete orejas, cortadas en la plaza de Madrid!

Y recorre triunfal las principales plazas y confirma en Madrid su superioridad con la faena estupenda de los pases naturales, y llega a Sevilla y arma el escándalo con los miuras, saliendo en hombros por la puerta grande de la plaza de la Maestranza ..

¡¡¡Y, por último, se encierra sólo con seis toros en la ciudad cuna del toreo y corta una oreja, rompiendo con su arte soberano la rígida tradición de aquella plaza...!!!

¿Sorpresa? ¿Por qué?

A nosotros no nos ha sorprendido la oreja otorgada en Sevilla a Joselito el Gallo.

Es lógico, es natural.

Artista tan extraordinario forzosamente tiene que premiársele con extraordinarios honores…

¡Por algo es el papa, el maestro, el más grande, el clásico y el genial, el serio y el adornado, el lidiador eficaz y el maestro de las filigranas, torero sin rival, prodigio de la tauromaquia, fenómeno de los fenómenos...!

Fuente:   

Biblioteca Nacional de España - Hemeroteca Digital   http://hemerotecadigital.bne.es/ 

(Crítica Taurina de la publicación THE KON LECHE - Madrid, 04 de octubre de 1915)