PASCUAL MÁRQUEZ DÍAZ
ESTAMPAS DE OTROS TIEMPOS
- 402 kilos en canal –
Esa era exactamente la cifra que señaló la báscula de la Plaza de la Maestranza el día 27 de mayo de 1937, al pesar el toro con que tomó la alternativa el malogrado torero sevillano Pascual Márquez. Parece increíble y sin embargo es así. No está muy lejos la fecha y cualquiera de los que andan hoy en el tendido, al lado nuestro, puede haberlo visto con sus propios ojos, con sólo haber coincidido aquel día en la Plaza sevillana.
Pregúntenle, si es que no les basta a ustedes con la fotografía que encabeza estas líneas.
Fíjense ustedes bien, grábenlo a fuego en la memoria, porque de eso si que no va a haber más, Era un toro de Pablo Romero, y Pascual Márquez le supo echar aquel valor tan característico en él, y el bicho fue arrastrado por las mulillas sin las dos orejas. También esto es importante. Quizá más aún que el peso. Porque lo que sí puede ser posible es que por esos campos de España quede algún ejemplar que se le parezca. No es que lo aseguremos; pero pudiera dar la casualidad. Sin embargo, lo que no creemos posible es que a un ejemplar de este tamaño quede hoy un torero —así los anuncian— capaz de cortarle, no las dos orejas, sino ni siquiera una pequeña cerda del rabo. Conviene, pues guardar la fotografía. El buen aficionado podrá enseñarla a sus nietos, si alguna vez hablan de la época del toro chico. Servirá para cubrir las apariencias y poder alardear de tamaño. Será algo, al menos, que se podrá oponer a esas tristes fotografías en las que los matadores se vuelcan, de cintura para arriba, sobre el lomo de un pobre animalito, que corre tras el engaño de la muleta.
Y por último, desear ardientemente que un toro como la muestra no salga nunca más por los chiqueros de ninguna Plaza de España, porque entonces la Fiesta se habría terminado de una vez para siempre.
Por falta de matadores.
Fuente:
BDCYL – El Ruedo – Madrid, 13 septiembre 1945