EMILIO TORRES REINA – “BOMBITA I”
Allá por el verano de 1890 empezó a "meter ruido" en las capeas de tierras andaluzas un chavalillo de Tomares (Sevilla) que llegó a ser comidilla de los aficionados de la capital por su arrojo y su gracia para "hacerles cosas" a los moruchos.
Con ello su cartel rebasó pronto su condición de maletilla, y fue contratado para matar novilladas serias. No defraudó en ninguna, sino al contrario, y alcanzó la contrata soñada: la de la Maestranza de Sevilla. Tenía el "hombre" diecisiete años cuando debutó allí, y alcanzó un éxito desusado. Su garbosa planta torera, su gran valor, la alegría de su arte saleroso y, sobre todo, su sonrisa -¡oh, la sonrisa de Emilio “Bomba” clásica luego en todos los “Bombita”...!- le hizo dueño del público sevillano, y después, en seguida, de todos los demás.
Y precedido de simpática aureola, debutó en Madrid -debut brillante- el 8 de diciembre de 1892, lidiando novillos de don Vicente Martínez, en compañía de otro novillero que ya sonaba: Antonio Fuentes.
Emilio toreó mucho desde entonces y fue perfeccionando su toreo, serenándolo, haciéndolo más reposado, y como seguía arrimándose siempre mucho, y adquirió un bravo y depurado estilo de matador, rápidamente se encumbró. Y el 29 de septiembre de 1893, con reses de Anastasio Martín, le dio en Sevilla la alternativa "El Espartero", única que dio en su vida el pobre Maoliyo. "Guerrita" fue testigo de aquella ceremonia, y al año siguiente. el 27 de junio, fue padrino de la confirmación madrileña con un toro de Adalid.
Y tóo seguio, tóo seguio, "como los railitos del tren", -el "niño de Tomares" se colocó entre las primeras figuras del Toreo. Durante cinco años no faltó su nombre en ningún cartel de categoría, junto a los Mazzantini, "Guerrita", Reverte... Pero, muy castigado por los toros y muy mermadas sus facultades, se inició su decadencia artística. Un poco relegado, siguió en la brecha con decisión; pero al acabar la temporada de 1903, convencido de su inferioridad, decidió retirarse de los toros. Y en 1904 no toreó más que una corrida, la de su despedida, celebrada en Madrid el 26 de junio. En ella alternó Emilio con Antonio Fuentes y su hermano Ricardo, en la lidia de seis Saltillos, y después mató dos novillos el hermano tercero -Manolo-, que debutó aquel día en la Villa y Corte. Inesperadamente, en 1912, hizo "Bombita" una excursión a Méjico, para torear -con poco éxito dos o tres corridas, últimas de su vida con traje de luces.
Rico, y dedicado a negocios de campo vive en Sevilla con sus setenta años, puesto que nació el 28 de noviembre de 1874.
CURRO MELOJA.- 1945.
Nota.- El retrato que va al dorso pertenece al Museo Taurino del conde de Colombi.