- BIOGRAFÍA - Rodolfo Gaona
RODOLFO GAONA
Desde 1908 a 1912, la famosa pareja en competencia “Bombita” – “Machaquito”, perdida su hegemonía ante el empuje de Vicente Pastor y Rafael “El Gallo”, tuvo que abrirse en una doble rivalidad: “Bombita” – “Gallo”, “Machaquito” - Vicente. Esos cuatro nombres acaparaban los carteles de toda España.
Sin embargo, Rodolfo Gaona toreó aquí 62 corridas, en 1912. Desde 1913 a 1920 fueron reyes absolutos del toreo “Joselito” y Belmonte. No obstante, Gaona toreó 60 corridas en 1918. ¿Qué significa eso? Sencillamente, que Rodolfo Gaona fue un gran torero. Si no llegó a lo más alto de la cumbre fue por sus desigualdades, hijas de su apatía, de su abulia. ¡Ah !, pero cuando sacudía la modorra -que fue muchas veces, claro está- entusiasmaba, cautivaba con su toreo y, sobre todo, con su elegancia. Porque Gaona fue, esencialmente, por su figura y por su arte, uno de los toreros más elegantes que han pisado ruedos, a más de ser un primoroso ejecutor de todas las suertes toreras.
Con la capa, selecto y variadísimo; sus lances al costado con el capote por detrás -las célebres gaoneras- eran un modelo, y aunque él no las inventara, las imprimía modalidad tan personal que parecían creación suya.
Con las banderillas fue un maestro consumado, y ahí sí que culminaba con esplendor su suprema elegancia. Fue un muletero extenso y de fina calidad, y hasta matando era excelente..., cuando se decidía.
Nació en León de los Aldama, del Estado mexicano de Guanajuato, el 22 de enero de 1888. De niño fue al colegio con aprovechamiento; pero no pudo seguir estudios superiores y optó por ser torero.
Saturnino Frutos «Ojitos», banderillero, retirado, de «Frascuelo», tenía en México una escuela taurina. Gaona ingresó en ella y pronto se destacó tanto que su maestro lo tomó como base para formar una “Cuadrilla de jóvenes mexicanos”, en la que el educando toreó, con éxito creciente, 122 corridas en su país. Pero “Ojitos”, buscando mayores espacios para su discípulo predilecto, deshizo la cuadrilla y se lo trajo a España, a costa de grandes sacrificios. Mas como aqui ninguna Empresa le facilitaba el debut del extranjero, organizó -sabe Dios cómo- una encerrona para que matara dos toros ante los críticos y los más destacados aficionados madrileños. La prueba, que
se celebró en una placita particular que había en la Puerta de Hierro (extramuros de Madrid, fue brillante para Gaona, y decidió a “Ojitos” a presentarle al público en Tetuán de las Victorias.
Y en aquella plaza arrabalera, el 31 de mayo de 1908, “Jerezano” dio la alternativa a Rodolfo Gaona, con “Rabanero”, berrendo, en negro, de Peñalver. Gran éxito logró el neófito aquel día, y otro, mayor aún, el 28 de junio siguiente al matar él solo cuatro toros de la misma ganadería en la misma plaza.
Y la Empresa de Madrid - ¡claro! - le buscó en seguida, y el 5 de julio “Saleri” le refrendó el doctorado, cediéndole, el toro “Gordito” de González Nandin, ante “Mazzantinito”. Triunfo total..., y de ahí en adelante, como queda dicho, Rodolfo Gaona figura del Toreo en España durante dos épocas y verdadero ídolo popular en México.
Hasta el 12 de abril de 1925, en que toreó por última vez, lidiando brillantemente en la capital mexicana seis toros mano a mano con “Rodalito”. Este mató el sexto, y Rodolfo regaló un sobrero («Azucarero», berrendo en cárdeno y careto, de San Diego de los Padres), que fue el último que mató en su vida, por cierto, con triunfo apoteósico, el gran torero de León de los Aldama, que hoy vivió en México disfrutando su cuantiosa fortuna, con su esposa, española, y sus hijos, españoles y mexicanos...
Curro Meloja - 1945
Fotografía: Álbum Fotográfico Taurino - "Curro Meloja", don Carlos de Larra - 1945