×

Mensaje

Este sitio web utiliza 'cookies' para ofrecerle una mejor experiencia de navegación.

Ver documentos de la Directiva e-Privacy

Ha rechazado el uso de cookies. ¿Desea reconsiderar su decisión?

27 - CAPITULO XI - DE LA SUERTE DE MUERTE - ARTICULO TERCERO - DE LA ESTOCADA A LA CARRERA

Atrás

 

 LA TAUROMAQUIA COMPLETA

 EL ARTE DE TOREAR EN PLAZA

 TANTO A PIE COMO A CABALLO

 Por: Francisco Montes “PAQUIRO”

 

PARTE PRIMERA  -  ARTE DE TOREAR A PIE

CAPITULO XI 

DE LA SUERTE DE MUERTE

ARTICULO TERCERO

DE LA ESTOCADA A LA CARRERA

La estocada a la carrera, que puede muy bien llamarse a toro levantado, es muy lucida y segura, pero ofrece bastante dificultad para marcarla bien.

 

Se puede ejecutar de dos modos, que no se diferencian en otra cosa más, si no en que en uno va un chulo corriendo el toro, y en otro el toro va levantado, sin que, nadie lo haya citado.

 

La suerte no consiste más, si no en salir armado al encuentro del toro, y darle la estocada según las reglas ya establecidas. La única dificultad que ofrece, comparada con las otras, es la de no ser muy fácil el marcarla bien, por razón de la violencia que trae el toro, y el de no haber tenido el diestro tiempo para hacer fijo el punto de vista, por lo que he visto dar frecuentes marronazos.

 

Esta suerte se puede hacer con mucha seguridad a los toros de sentido, en teniendo especial cuidado en salirse para marcar la estocada fuera del centro que ellos traen: así se evita el embroque muy peligroso con ellos, y como por la violencia de su viaje no pueden volverse para rematar sobre el bulto, se concluye la suerte bien.

 

Con todas las demás clases se hace del mismo modo que hemos dicho; pero con los bravucones se debe tener un cuidado particular, porque en esta suerte, más que en ninguna de las explicadas, rebrincan, y así convendrá hacerla como he dicho para los de sentido, con lo que se precabe el que puedan dar la cogida.

 

El modo de hacer esta suerte a los toros; burri-ciegos y a los tuertos se deduce necesariamente y sin dificultad de la explicación que hemos dado de ella, y del conocimiento que ya tenemos de las modificaciones que para; ellos deben hacerse en toda clase de suertes.