LA TAUROMAQUIA COMPLETA
EL ARTE DE TOREAR EN PLAZA
TANTO A PIE COMO A CABALLO
Por: Francisco Montes “PAQUIRO”
PARTE PRIMERA - ARTE DE TOREAR A PIE
CAPITULO VI
DE LAS SUERTES DE CAPA
ARTICULO IV
SUERTE DE TIJERILLA, O SEA A LO CHATRE
Esta suerte se hace muy, poco; bien es verdad que es muy insignificante. El diestro se situará como para las anteriores, con la sola diferencia de tener cogido el lado derecho de la capa con la mano izquierda, y viceversa, de modo que los brazos quedan formando un aspa; en esta disposición se cita al toro, y se le hará la suerte por las mismas reglas que di para la verónica, pues la única diferencia que hay entre ellas está en el modo de poner los brazos. Esta suerte es muy fácil y segura con los boyantes, y lo es igualmente con los abantos.
Se hace también con los revoltosos con mucha seguridad en observando lo siguiente: después de haberles cargado la suerte según las reglas que ya he dado, si se ve que el remate no se les puede dar bastante fuera como se necesita para que no se revuelvan y den una cogida, dimanando esta imposibilidad de no poder dar bastante juego a los brazos, en el momento mismo en que se les cargó la suerte, y ya al rematarla, con mucha ligereza se deshará el aspa o la tijerilla, con lo que se ponen los brazos naturales, y se les puede dar el remate seguro que hemos visto tienen en la verónica.
Con los toros que se ciñen se puede hacer esta, suerte sin consecuencia alguna, en teniendo cuidado de tendérsela en cuanto arranquen y de írsela cargando, haciéndoles un buen quiebro, y llevándolos engreídos en el engaño, con todo lo cual se les separa suficientemente para que no puedan pisar el terreno de adentro, y para que el remate sea seguro.
Los toros que ganan terreno, los que rematan en el bulto y los tuertos no son a propósito para esta suerte; los burri-ciegos lo serán si por su clase corresponden a alguna de las que hemos visto lo son.