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3 - ALFABETO --- VOCES Y EXPRESIONES DE LA TAUROMAQUIA

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LA TAUROMAQUIA o ARTE DE TOREAR 

Obra utilísima para los toreros de profesión, para los aficionados, y toda clase de sujetos que gustan de toros

Por: JOSÉ DELGADO (alias) ILLO

ALFABETO 

DE LAS VOCES Y EXPRESIONES DE LA TAUROMAQUIA

 

Acortar el engaño. Es cuando el diestro, toreando de capa, la recoge; y en la muleta, cuando armado a la muerte la recoge más o menos en el palo.

Acosar. Es la acción de correr las reses hasta derribarlas o pararlas.

Aplomarse el toro. Se dice cuando ha perdido las piernas y se para, sin embestir más que a tiro hecho.

Armarse a la muerte. Es ponerse el diestro en la suerte derecha con la muleta en la mano izquierda y la espada en la otra y situado en el terreno del toro, para darle la estocada.

Atravesarse. Es cuando el diestro o el picador se pone fuera de la rectitud del terreno que ocupa el toro, llamándose adentro.

Atender al bulto. Es cuando el toro mira y acomete al cuerpo del torero o diestro. 

Blando. Se llama al toro que teme al hierro, y que luego que lo siente se vacía y escupe fuera.

Boyante. Se dice al toro claro y sencillo, que embiste más bien desviándose que ciñéndose.

Bravucón. Es el toro que salió manso y se hizo algo bravo, o el que desde luego embiste poco.

Bravo. Es el toro que embiste bien y pronto, pero que no tiene codicia y celo por el objeto.

Brazos. Tirar los brazos es la acción que hace el diestro con la capa, para acabarla de sacar al toro o ya por alto o ya por bajo. .

Brazos. Meter los brazos es cuando el banderillero se deja caer con las banderillas para ponerlas al toro, y meter brazo se dice cuando el diestro va a hacer igual acción para matar.

Bulto. Se llama así el cuerpo del diestro, a distinción de engaño, que es lo que lleva en la mano para burlar el toro. 

Cambio. En los toros, es cuando debiendo partir por el terreno de afuera, toman el que ocupa el diestro, o se van por dentro, o cuando se citan a un lado y acuden por el otro. En el diestro, cuando se ve que el toro se le cuela ganándole terreno, o rematándole en el bulto y le da las tablas y sale a la plaza. En los caballos, es cuando se sale hacia fuera del terreno de la rectitud, o se vuelven de nalgas a los toros. 

Cargar la suerte. Es aquella acción que hace el diestro con la capa cuando sin menearlos pies tuerce el cuerpo de perfil hacia fuera, y alarga los brazos cuanto puede.

Cargar sobre el palo. Es la acción que hace el picador cuando coge el toro con la púa y se esfuerza a echarlo fuera en el encontronazo.

Celoso. Lo mismo que toro revoltoso.

Centro. Es el sitio donde llega el toro a tirar la cabezada, y está situado el diestro, o aquel que éste ocupa cuando hace la suerte.

Ceñirse. Es cuando el toro ocupa todo el engaño, acercándose al cuerpo del diestro, de forma que casi le toca su terreno.

Cerrar la salida. Es cuando el picador, metido en la rectitud del terreno que ocupa el toro, le cierra el caballo más o menos hacia fuera.

Ceñirse en el engaño. Es cuando el toro llega a la capa, y mueve ya el cuerpo o la cabeza, estando humillado, y tirando bufidos, sin atreverse a tomarla del miedo que la tiene.

Chocante. Es el toro duro que no teme al hierro, y parte a los caballos sin abrirse al castigo.

Citar. Es cuando el diestro llama al toro, y lo incita para que le embista.

Citar sobre corto. Es la misma acción, estando el diestro cerca.

Citar sobre largo. Es igual acción, estando el toro lejos.

Citar de frente. Es cuando el diestro llama de capa o muleta en la rectitud del terreno que ocupa el toro, o cuando puesto en dicha rectitud, a larga o corta distancia, lo llama para ponerle banderillas.

Citar a la derecha. Es cuando en la suerte de banderillas a media vuelta se sitúa el diestro detrás del toro sobre corto, y lo cita para que je acuda por su lado derecho.

Citar sobre la izquierda. Es llamar al toro como queda dicho, por el otro lado.

Colocarse el toro. Se dice así cuando se ciñe demasiado, gana terreno, o remata en el bulto.

Colada. Es la acción de colarse el toro, o la de pasar por él centro del diestro cuando gallea o recorta, al tiempo del quiebro.

Conocimiento. En el torero es el que se tiene de los toros y las suertes; es el constitutivo que perfecciona este arte.

Contraste. En el toreo se llama así todo hecho en que se encuentran en el centro el toro y el diestro, padeciendo o debiendo éste padecer una cogida.

Cornada sobre alto. Es la que tira el toro, sin humillar más que lo preciso para engendrarla.

Cortar el terreno. En la suerte de capa, es cuando el toro, al llegar a jurisdicción, se entra más o menos en el terreno que ha de ocupar el diestro para rematar la suerte, y en los recortes, cuando el toro va adelantado a ocuparle al diestro el terreno que mide para hacerle el quiebro; pero debo advertir, que para hablar con propiedad, en la suerte de frente se dice ganar terreno, y en la de recorte cortarlo.

Cuadrado. Se dice del diestro que ha de guardar esta postura cuando remate las suertes y meta las banderillas.

Cuadrada la muleta. Se usa esta expresión para significar que la muleta no se ha de poner perfilada para citar al toro, sino bien de frente y cuadrada.

Cuarteo. Es aquella suerte explicada en la primera parte, pág. 13.

Cuerpo de delantera. Es el que debe tomar el diestro en los recortes cuando el toro se ciñe o gana terreno; consiste en no salir con el toro, sino adelantado un cuerpo suyo de perfil, o dos, o tres, según gradúe el diestro que tendrá bastante para que el toro le dé lugar a pasar.

Dar la estocada dentro. Denota esta expresión, que en el mismo centro se ha de meter la estocada, no porque el diestro se quede en él, sino porque su brazo ha de entrar por la rectitud, y al cargue de la suerte se ha de dejar caer con la estocada.

Derramar la vista. Es la acción de mirar el toro, y fijarla en uno o más objetos sucesivamente. -

Derrotes. Son las cornadas que -tira el toro sobre alto, con que quita la estocada, o impide se le pongan banderillas.

Dejarse caer con la espada. Expresión que significa el hecho de dar la estocada, que para que sea buena es necesario que el diestro empuje con sus fuerzas, ayudándose con dejar caer el cuerpo al tiempo que sale del centro.

Diestro. Se llama el aficionado o torero que lancea el toro, a semejanza de uno de los combatientes en la esgrima.

Duro. Lo mismo que toro chocante.

Embroque. Es el contraste de. ganar el toro el mismo centro y terreno del diestro, teniéndolo por único solo objeto al tiempo de la cabezada o cuando va siguiéndole el alcance sobre largo, y lo lleva en la cabeza.

Enmendarse del quiebro. Se dice así cuando el toro, después que hizo el quiebro, se recobra y pone en aptitud de correr con todas sus piernas.

Encontronazo. Se llama la acción dura y temible de dar el brinco el toro para coger al picador, quien al mismo tiempo empuja con todo poder para vaciarlo con auxilio de la suerte que se hace al mismo tiempo.

Enganchar el toro. Es cuando coge al diestro y lo saca en el pitón por la ropa o carne.

Engendrar la cabezada. Es cuando el toro baja la cabeza para tirar la cornada.

Engaño. Es la capa o muleta, u otro cualquier objeto que se tiene en la mano para engañar y sortear al toro.

Empapar en el engaño. Expresión que se usa para significar la acción de pararle en el engaño, al toro, procurando que no vea otro objeto y lo tome de por fuerza.

Escurrirse fuera. Se dice cuando el toro se despide del engaño o se sale del centro de los quiebros.

Estocada de volapié. Véase su definición. Parte I, página, 18.

Falseta. Estilo de echar el caballo; véase su definición. Parte II, pág. 35.

Feroz. Toro que es muy violento y revoltoso; y al mismo tiempo sanguinolento y devorador de todo objeto que coge, en que se ceba extremadamente.

Fiero. Toro también sanguinolento y devorador, pero marrajo y pausado.

Franco. Toro lo mismo que boyante.

Fuera. Se dice que se pone el diestro, cuando llamando de capa se sale a la rectitud del terreno del toro; en la acción de matar, cuando da la estocada a media vuelta, o en semicírculo; en la de banderillas, o recortes, cuando no se entra en el centro de los quiebros.

Fuera. Se dice que se echa el toro, cuando se escupe del engaño, cuando se sale del centro de los quiebros y cuando van a la muerte, que luego que sienten la espada se vacían, haciendo un corcovo.

Gallear. Véase la suerte de recorte. Parte I, pág. II.

Humillar el toro. Es propiamente cuando baja la cabeza, ya para engendrar la cabezada, ya para partir o escarbar, ya también cuando va con la cabeza baja siguiendo al bulto o engaño.

Humillación. El acto de humillar el toro.

Lidia. En las plazas es el acto de jugar los toros.

Levantado. Se llama así el toro que va corriendo o trotando.

Marrar el toro. Es cuando el picador no lo coge con la púa, el banderillero yerra los rehiletes y el matador las estocadas.

Media vuelta. En las banderillas: véase en su lugar, parte I, pág. 13. Y en la suerte de muerte se dice: que es a media vuelta, cuando el diestro no espera a meter la espada en el centro, sino luego que le arranca el toro forma un semicírculo corto por dentro, y al pasar se deja caer con la espada; todas estas estocadas no tienen mérito sino en el toro que gana terreno y remata en el bulto.

Mejorar terreno. Es cuando el diestro, situado en la rectitud del terreno del toro, observa que antes de embestir se cuela dentro, o que embistiendo le gana su terreno, que en el primer caso granjea igual porción que la que el toro tomó, y en el segundo también avanza igual terreno, y si acaso no puede, le da al toro las tablas.

Meter los brazos. Véase brazos. Cap. I, pág. 15.

Meterse con los toros. Es esperarlos demasiado a la suerte; y así en la capa, se mete con los toros el que se los ciñe mucho; en las banderillas, el que se deja caer con más proximidad al tiempo de la humillación; y en la muerte, el que se mete bien en el centro, y da la estocada dentro o muy ceñido, y, por último, cuando el picador espera bien en la rectitud y con el mayor sosiego toma al toro en la jurisdicción para picarlo, se dice que se mete bien con los toros.

Muleta. Véase en su lugar. Parte I, pág. 15.

Obedecer el engaño. Es cuando el toro ¿tiende a él y lo sigue por donde quiera, en la suerte.

Observar el viaje. Se dice de los toros cuando arrancan y a poco se detienen sobre las manos, viendo el viaje que lleva el bulto; y con respecto al diestro, se usa de esta expresión para denotar la precisión que tiene siempre, ya esté en suerte o no de observar el viaje que llevan los toros.

Parar los pies. Es la acción que ejecuta el diestro cuando se está parado en el terreno sin mover los pies, Hasta que el toro llega bien a jurisdicción y le hace la suerte.

Parear. Es poner dos banderillas a un tiempo.

Pase regular y de pecho. Véase en su lugar. Parte I, pág. 15.

Piernas de los toros. Se usa esta expresión para denotar si pueden o no mucho; y así, cuando se dice tiene muchas piernas, es porque está con agilidad y  poderío, y como-no todos los toros las tienen iguales, se dice: toro de unas piernas regulares; toro de pocas piernas; ya ha perdido las piernas, todavía las conserva, etc.

Piernas; volverse sobre ellas. Se dice así cuando el toro, aunque no parta muy precipitado, se sostiene, y vuelve sobre ellas apenas pierde el engaño, o te va siempre con él.

Pies. Salir con pies es cuando el diestro, ya sea sobre corto o largo, se ve embrocado del toro, que entonces no tiene más remedio que correr a buscar guarida; y cuando va, ha de hacer alguna suerte encontrada, particularmente la de la muleta; estando el toro de nalgas en los tableros, debe igualmente andar de pies, hasta coger el terreno de adentro.

Plaza. Echarse a la plaza,, es la acción que hace el diestro de salir al terreno de ella, y darle al toro las tablas.

Quedarse en jurisdicción. Es cuando el toro, apenas llega a la capa o muleta, remata la suerte, o se queda sobre las manos tirando cabezadas.

Quiebro. Es el que se hace al toro con la capa, ladeando el cuerpo de perfil, o con las banderillas, y recortes cuando llegan a juntarse el diestro y el toro en el centro de los quiebros.

Quiebro del toro. Es el que éste recibe en el centro de los quiebros, como ya queda significado, en el cual ahocica por lo regular; pues como por razón del cuarteo va cargadores muy natural que no puedan las manos sostenerle el cuerpo impelido de la carrera y se le vayan, y cuando acaso no caiga, tiene que recobrarse sobre las mismas manos para volver a partir.

Quitar las piernas. Es darles muchas suertes a los toros o correrlos con los capotillos, recortándolos repetidamente para que se cansen y pierdan el rigor de las piernas, que son las que más le sirven para acometer con agilidad y usar de sus trazas.

Recargo. Se dice propiamente de los toros duros, que después que cargan y están agarrados con la púa, lejos de escupirse cargan de nuevo, o que después que se sueltan se revuelven al caballo.

Rebrincarse el toro. Es en la suerte dé capa cuando teme al engañó y de pronto rebrinca por él- en la suerte de banderillas, cuando agarrado con ellas tira un brinco; y lo mismo, cuando ejecuta esta acción al cogerlo con la espada, y también se dice que el toro rebrinca cuando está en el suelo el diestro y pasa por encima sin engancharlo.

Rematar el toro. Es cuando en las suertes de capa y muleta se van con estos engaños hasta que el diestro, los escupe de ellos; en los recortes cuando salen del centro de los quiebros, y cuando siguen los toros cualquier objeto hasta las tablas, donde dan las cabezadas con coraje, se dice que rematan también, y esta acción es por lo regular de toro de espíritu y dureza.

Rematar fuera. Se dice así cuando el toro pasa humillado el terreno del diestro y da la cabezada fuera de él a más o menos distancia.

Resalto. Suerte de a caballo que se hace al toro que sale despedido de una vara, cogiéndolo todavía levantado.

Revoltoso. Se llama así el toro que, aunque sea franco y se vaya con el engaño, se vuelve sobre él sosteniéndose en las piernas.

Recelo al castigo. Se dice que lo tiene, el toro que es cobarde al hierro, o que ya castigado, parte con detención y recelo.

Salida. Se dice en la suerte de capa, cuando el toro pasa por terreno del diestro y remata fuera; y en los recortes, cuando sale del centro de los quiebros; y picando, se dice darle salida al toro para denotar que no se le tape la que tenga a sus querencias.

Salirse de la cabeza. En los embroques sobre largo, es cuando el diestro, a quien sigue el toro por su terreno, se echa a un lado; y en los que son sobre corto, cuando le tapa la cabeza y sale con pies, o se vacía a un lado.

Salto. Perder el salto, se dice del que salta bien una suerte y la olvida, o por miedo, o por haber perdido el tanteo.

Sitio ajeno. Se llama aquel en que el toro no tiene querencia alguna, a contraposición del propio, que son sus querencias naturales o casuales.

Situarse en la rectitud. Es ponerse el diestro tan derecho al toro, que estén sus pies línea recta a las manos de él.

Tablas. Se llaman así las vallas o paredes interiores de la plaza.

Tapar los ojos. Es cuando el diestro, en los embroques sobre corto, le cubre la vista con el engaño para poder vaciarse a un lado o salir con pies.

Taparse el toro. Es cuando levanta la cabeza sin querer humillar.

Tranquillo. Se dice así para expresar que uno sabe esta o la otra suerte; verbi gracia, ha cogido el tranquillo a la capa, a los recortes, etcétera.

Transformaciones. Son las que tienen los toros cuando de mansos se hacen bravos, o, por el contrario; o cuando por temor del castigo, los que se ciñen se escupen fuera, y lo mismo los que ganaban terreno o remataban en el bulto, aunque esto último se ve rara vez.

Trastear. Es llevar a un toro a un lado y a otro con los capotillos, o pasarlo del mismo modo con la muleta.

Terreno. Dejar venir al toro por su terreno es cuando el diestro, ya sea en la suerte de capa o recorte, observa que no le gana ni pisa el toro el que ocupa, y entonces se está parado hasta que lo recibe en el centro para cuadrarse a la salida.

Terreno. Saltar el terreno es cuando el toro o por ser abanto, o tener recelo del castigo, rebrinca por el terreno que ocupa el diestro o por el de adentro.

Terreno de afuera. Es el que se sigue al que ocupa el diestro mirando a la plaza de perfil o de cara al tiempo de rematar la suerte; y terreno de adentro es el que sigue al que ocupa el diestro mirando a las tablas.

Tender la suerte. Es lo mismo que cargar la suerte, con la diferencia que se lleva más tiempo tendido el engaño.

Trocado. Se dice del toro que sale de la corraleja, y cuando ve al picador se pega a las tablas para embestirle o le sale hacia los tercios, y desde allí embiste en rectitud.

Topa-carnero. Es la muerte que hace el picador, metido menos de tres varas, con un toro aplomado, parado o levantado.

Vara. Lo mismo que garrocha.

Violín. Estilo de derribar. Véase en su lugar. Parte II, página. 40.

 

 Fuente Documental: Junta de Castilla y León – Biblioteca Digital Castilla y León