TOREO MEJICANO - SUERTES -
ARTE DE BANDERILLEAR - 1856
El arte de banderillear se encuentra en Méjico a una altura inconcebible. Es sabido que las banderillas españolas tienen dos tercias de largo, lo que unido a lo que da de si la extensión de los brazos, resulta un espacio de mas de vara y media desde el pecho del banderillero hasta la cabeza de la fiera. No así en Méjico, a cuyos toreadores hemos visto plantar banderillas en el mismo cerviguillo del toro, de cuatro pulgadas de largo. Usan también para esta suerte de unas lindas y caprichosas rosas de papeles de colores recortados, cuyo agarradero es tan corto que apenas puede cogerse con las yemas de los dedos. Estas las colocan generalmente a la media vuelta como si fueran banderillas, empero prefieren la frente del toro para plantárselas bajo las reglas que se ponen las moñas. Los banderilleros son vivos, trabajan con limpieza y se tiran sobre el testuz del bruto a fin de colocarle las banderillas de que acabamos de hablar, llegando materialmente con los dedos al morrillo del toro.
BDCYL - Los toros españoles - Tauromaquia Completa - Por: Don Juan Corrales Mateos - Madrid 1856