COURSE CAMARGUAISE o CORRIDA CAMARGUESA
Por su gran interés didáctico e informativo, y con el fin de facilitar y potenciar el conocimiento de la fiesta de los toros, reproducimos con admiración y respeto parte de la obra de la Junta de Andalucía. Consejería de Gobernación. Dirección General de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas. Cuadernos de Aula Taurina: Otras Tauromaquias, por D. José María Martínez Parras. Sevilla, 2007.
COURSE CAMARGUAISE o CORRIDA CAMARGUESA
La Course Camarguaise también llamada Course a la Cocarde, consiste en quitarles a los toros unos adornos, llamados atributos, que llevan prendidos de la cabeza. Estos adornos reciben el nombre de attributs o atributos y la acción de arrancarlos se llama raset, que es realizada por los raseteurs con la ayuda del crochet, una especie de gancho que llevan en la mano. Los toros, si dan buen resultado, se lidian en múltiples ocasiones durante varios años.
El arrancar los atributos no es nada fácil y debe reunirse valor, conocimiento de los terrenos, reflejos y una gran agilidad; a ello hay que añadir las grandes dificultades y resabios que presentan algunos toros, sobre todo los más experimentados. Por cada atributo arrancado al toro, el raseteur obtiene una gratificación económica. Junto con los raseteurs intervienen los tourneurs, cuya función es la de ayudar a los raseteurs en la preparación del raset, colocando al toro en suerte, llamando su atención mediante gestos o con la voz, etc. Los tourneurs suelen ser antiguos raseteurs y van también vestidos de blanco aunque no portan el crochet.
HISTORIA Y LUGARES DONDE SE CELEBRAN
La corrida camarguesa tiene su origen en un antiguo juego que consistía en el enfrentamiento de animales diversos (leones, perros, osos, etc) y granjeros con toros y que data al menos del siglo XIV. Hacia finales del siglo XIX, estos divertimentos, que resultaban bastante violentos, se transformaron en un juego taurino, menos cruel, donde únicamente el hombre se enfrentaba al toro y que consistía en quitarle objetos diversos que previamente se le habían colocado en los cuernos como flores, pañuelos o escarapelas.
A principios del siglo XX, se empezó a poner en el testuz de los toros una cocarde, premiándose a los que conseguían quitársela. Posteriormente, se fueron añadiendo los demás atributos y se adoptó un reglamento que recogía las normas que deben regir en la corrida.
En el año 1975, se creó La Federación Francesa de la Course Camarguaise que es el organismo oficial que, desde entonces, regula todo lo relacionado con estos festejos.
El nombre de corrida camarguesa alude a la comarca donde surgió, La Camarga, aunque rapidamente estos festejos se difundieron por las zonas limítrofes y hoy en día se celebran en la mayor parte de los pueblos y ciudades de los departamentos de Bouches du Rhone (región de Provenza), Gard y Herault (región de Languedoc-Roussillón) en el Sureste de Francia.
RECINTO
El recinto donde se celebran las corridas camarguesas, les arenes, son similares a las plazas de toros españolas, con la única diferencia de que, las que están expresamente diseñadas para estos espectáculos, tienen la barrera más baja para que los raseteurs puedan saltar más fácilmente y llevan, a la altura de donde comienza el muro de los tendidos, unas barras horizontales que sirven para que se agarren los raseteurs cuando salten perseguidos por los toros. En la actualidad hay 102 arenes, en general, de poca capacidad.
LOS TOROS
Los toros o cocardiers son los grandes protagonistas de la Corrida Camarguesa. Cada uno tiene su nombre y, en todos los carteles anunciadores, aparecen esos nombres en caracteres más grandes que los de los propios raseteurs que, incluso a veces, ni aparecen.
A lo largo de la historia de las corridas camarguesas, ha habido toros famosos cuyas actuaciones eran seguidas por muchos aficionados. Algunos, incluso, tienen estatuas en su honor, como Clayron o Gaya y otros, como Le Sanglier, tienen un monumento funerario.
También, los trofeos más prestigiosos que se conceden anualmente como la Palme d'Or, la Cocarde d'Or, el Bióu d'Or y el Trident d'Or, se disputan entre los cocardiers más reputados del momento.
Los animales que se lidian, se crían en la región y pertenecen a una raza bovina especial, la camarguesa, cuyos rasgos morfológicos característicos. Son animales de cuerpo poco musculado, de pequeño tamaño (los machos tienen unos 1,30 metros de alzada y pesan de 300 a 450 kilos, mientras que las hembras miden unos 1,20 metros de alzada y pesan de 200 a 300 kilos) y de pelo negro o tostado. La cabeza es proporcionalmente grande, con la frente estrecha y deprimida, los ojos grandes y saltones y el hocico fino.
Los cuernos, voluminosos y relativamente largos y levantados, pueden tener diversas formas. La más común y clásica es la Lirada -Liret- o en forma de lira, que se caracteriza por tener los cuernos levantados y dirigidos hacia delante y con los pitones apuntando hacia arriba y hacia dentro o ligeramente vueltos para atrás. Otras formas de encornaduras son: la Gobelet, con los cuernos más o menos verticales y paralelos entre sí, de manera que, si se observan de frente, presenta la forma de una copa flauta o de U; la Scorpion, que es como la gobelet pero con las puntas dirigidas una hacia el interior y la Larguet, que presenta los cuernos más o menos verticales y abiertos, es decir, en forma de V.
El principal destino del toro de la Camarga es la corrida de cocarde, por lo que la selección está orientada a la obtención de animales con la acometividad necesaria para la brillantez de la misma.
Cuando el toro cumple los tres años, comienza a actuar en las corridas. Si su comportamiento en la arena es excepcional, se destina a semental. Los que dan un buen resultado son castrados y se les hace cocardiers para participar en la corrida camarguesa. Por último, los de mal comportamiento se desechan y acaban en el matadero.
La castración de los machos obedece a varias razones como: evitar cubriciones no deseadas, calmar la "fogosidad" sexual de los toros o lograr que cojan más peso.
No obstante, a veces se celebran corridas con toros no castrados -courses de tau- que, en muchas ocasiones, son los propios sementales de la ganadería. En otras ocasiones también se utilizan vacas.
Los animales se crían en ganaderías que se localizan en la comarca de La Camarga, en la desembocadura del río Ródano. Muchas de ellas se conservan como una tradición que se hereda generacionalmente. Los manadiers o ganaderos están agrupados en la Associaton des Manadiers de Taureaux de Roce Camargue pour Courses a la Cocarde. Un personaje fundamental para la ganadería camarguesa es el gardian o vaquero.
Los toros se transportan en camiones, especialmente acondicionados para el lo, que reciben el nombre de char, en recuerdo de los carros en que antiguamente se transportaban a los animales. La parte superior del camión va descubierta, aunque lleva unos barrotes metálicos transversales, para evitar que los animales puedan escapar en caso de accidente o vuelco del camión. Sobre estos barrotes se colocan tres tablones desde los que los vaqueros pueden realizar el encocardement que consiste en colocar los atributos en la cabeza del animal o cualquier otra faena.
El simbeu
El simbeu es un toro cuya función es idéntica a la de los cabestros en España. En la ganadería es el encargado de guiar a la manada, al ser el toro al que siguen todos los demás. Ayuda igualmente a la hora de embarcar o desembarcar a los cocardiers. También, en el char, su presencia los tranquiliza, lo que facilita el viaje y el encocardement. Y en la corrida, se recurre al simbeu cuando el cocardier se niega a regresar al toril.
Son animales idénticos a los cocardiers pero que, por sus cualidades, se les destina a esta finalidad. El ganadero elige para simbeus a aquellos cocardiers que muestren ciertas cualidades, como regresar al toril sin problemas o pasar las puertas los primeros. La primera condición que debe tener es que obedezca al hombre. Siempre llevan un cencerro colgando del cuello.
Se necesitan al menos dos años para que el simbeu aprenda su papel. El número de ellos varía en cada ganadería y pueden llegar a los 25 años.
LOS ATRIBUTOS Y EL CROCHET
Los atributos son el conjunto de adornos que van colocados en el testuz o en la base de los cuernos del toro, y que deben quitar los raseteurs con el crochet. Son: la cocarde, dos glands y dos ficelles. Opcionalmente pueden llevar un frontal.
Los raseteurs deben arrancar los atributos siguiendo el siguiente orden: cocarde, glands, frontal (si tiene) y ficelles.
Cocarde:
La cocarde es un trozo de cinta roja de cinco centímetros de largo y uno de ancho, que se coloca en medio de la frente del toro. Va cogida con dos hilos que van sujetos a la mazorca del cuerno. A veces, el raseteur corta estos hilos, denominándose a esta acción coupe de la cocarde, mientras que al hecho de arrancar la cinta se denomina cocarde. Ambas acciones se priman.
Glands:
Las glands son dos pequeñas borlas o pompones de lana de color blanco que cuelgan de un hilo, atado a su vez, a un elástico negro que va colocado en la base de cada cuerno.
Ficelles:
Las ficelles son dos hilos de color amarillo que van enrollados en la mazorca de los cuernos. El número de vueltas no puede exceder de cinco en un cuerno y de seis en el otro.
Frontal:
Es un hilo que une los dos cuernos entre sí por detrás del testuz.
CROCHET
Del provenzal "crouchet". Es el instrumento que lleva en la mano el raseteur para quitarle los atributos al toro. Se trata de un objeto de hierro que consta de una empuñadura, en la que se insertan cuatro hojas de 8-9 cm de longitud que terminan en un gancho con 4 dientes cada uno. La empuñadura va recubierta de una gamuza para facilitar que encajen mejor los dedos de la mano. Su tamaño total es de unos 12 cm.
DESARROLLO DE LA CORRIDA
La corrida comienza con el desfile de los raseteurs que atraviesan el ruedo a los sones de la marcha "Carmen": es el Capelado ("capel" significa sombrero en languedociano) que concluye con el saludo al público y a la presidencia. A veces, el capelado incluye, además, el desfile de una serie de personas que van vestidas con trajes regionales, y de los gardians o vaqueros de cada ganadería participante que llevan, en la punta de una garrocha, la divisa de su ganadería y que la entregarán, en el curso de la ceremonia, para que se coloque sobre los animales.
En una corrida camarguesa se lidian normalmente seis toros, siendo la lidia de todos ellos formalmente idéntica.
Un largo toque de trompeta anuncia la salida de cada toro, que lleva la divisa va pegada al morrillo con un adhesivo.
Una vez en el ruedo, el animal deambula por la arena de uno a dos minutos para efectuar un reconocimiento del lugar y habituarse a él. Durante este tiempo, el Presidente del festejo anuncia por la megafonía el nombre del toro, la ganadería a la que pertenece y los premios en metálico que tienen asignados los distintos atributos. Un nuevo toque de trompeta, más corto que el primero, anuncia que los raseteurs, que esperan en el callejón, van a saltar al ruedo para comenzar su actuación.
La lidia concluye cuando el animal ha perdido todos los atributos o transcurridos quince minutos desde que salió al ruedo. Normalmente, el toro abandona el ruedo con rapidez aunque, a veces, es reacio a hacerlo. Cuando esto sucede, se saca el simbeu para llevarlo a los corrales. Pero, si el toro tampoco obedece al simbe, se recurre a l'attente au fer.
Respecto al número de raseteurs que pueden intervenir en cada festejo no hay nada reglamentado, oscilando de unos a otros. Asimismo, cada raseteur puede en cuantos toros desee. A veces, el número de raseteurs puede resultar excesivo y tumultuoso.
El raset
La suerte que realizan los raseteurs se denomina raset, término de origen provenzal, que significa pasar cerca, en este caso, de los cuernos de los toros.
El raset o acción de quitar los atributos comprende cuatro tiempos:
1°. Preparación del raset. El tourneur, con la voz o por gestos, llama la atención del toro para colocarlo en suerte o para distraerlo mientras que el raseteur se prepara para iniciar la carrera.
2°. Ir hacia el toro. El raseteur arranca velozmente e intenta provocar la embestida del toro.
3º. Embroque. Es cuando el toro y el raseteur se cruzan. Constituye el momento culminante del raset, durante el cual, el raseteur, una vez que le ha ganado la cara al toro, intenta con su crochet quitarle algún atributo. A veces, el raseteur realiza el raset con el toro parado, lo cual es más meritorio. En la mayor parte de las ocasiones, el raseteur no consigue su objetivo y pasa en falso.
4º. Salir de la cara del toro. Los buenos cocardiers persiguen a los raseteurs hasta las tablas y meten la cabeza en el callejón obligándoles a saltar la barrera: es le coup de barrière o action à la planche, acción muy apreciada por el público y que se premia con unas ráfagas musicales de la obra de Carmen. A veces, el propio toro salta también la barrera, lo que no es tan valorado como la acción anterior. También suena la música cuando el raseteur quita un atributo.
En ocasiones, el raseteur corre hacia el toro, no para quitar un atributo sino para colocarselo en suerte a otro raseteur. A esta acción se denomina raset à blanc. Se hace cuando el toro está muy aquerenciado.
El toro no siempre se arranca al raseteur o deja que este se acerque, por lo que el raseteur tienen que pasar en falso. Entonces, lo normal es que lo intente otro, que sale por el lado contrario al que lo había hecho su compañero y así sucesivamente. Para llevar a cabo esta especie de carrusel, los raseteurs y tourneurs se colocan a ambos lados del toro de acurdo con preferencias, distinguiéndose entre raseteurs del lado izquierdo y raseteurs del lado derecho.
Los raseteurs obtienen, por cada actuación, una puntuación determinada que sirve para los campeonatos en los que participan y, además, reciben premios en metálico en función de los atributos que hayan cogido.
Orden de salida de los toros
El orden de salida de los toros no se establece por sorteo, sino que lo determina el propio ganadero o los ganaderos en el caso de concours de manadiers -concursos de ganaderías- y se anuncia antes del comienzo de la corrida. Hay que tener en cuenta, que los raseteurs pueden intervenir en todos los toros a voluntad.
No obstante, el ganadero, para establecer el orden de salida, suele seguir una serie de normas no escritas como son: el elegir, para el tercer lugar, un toro que remate en tablas -toro barricadier- y que deje un buen ambiente entre los espectadores de cara a la segunda parte del festejo; reservar para el cuarto puesto, que es el lugar de honor, al toro que tenga más cualidades o también, dejar para el último lugar un animal que persiga a los raseteurs hasta la barrera y meta la cabeza en el callejón, para que la corrida termine de la forma más espectacular posible.
PRINCIPALES TIPOS DE CORRIDAS CAMARGUESAS
Dentro de las corridas camarguesas se pueden distinguir algunas modalidades que no afectan a la estructura general del festejo. Los principales tipos son: la Royale, en la que se lidian los seis mejores toros de una misma ganadería; el Concours de Manadiers, en la que los toros pertenecen a varias ganaderías; la Course de Taù o corrida de toros no castrados; la Course de vaches cocardières, donde se lidian vacas exclusivamente y la Course de Protection que es una corrida en la que los toros son poco experimentados y los raseteurs principiantes.
OTROS ESPECTÁCULOS TAURINOS CAMAGUESES
Además de la corrida camarguesa, en esta zona de Francia se celebran otros festejos taurinos tradicionales de gran popularidad como encierros, abrivados, bandidos, ferrrades y l'attentes au fer.
Encierro
Consiste en soltar toros o vacas emboladas por las calles y correr junto a ellas. Un encierro excepcional es Le lâcher des 100 taureaux o suelta de los 100 toros, en el que se dejan en libertad a un gran número de animales por un recorrido delimitado. Estos encierros se organizan en ciertas ciudades como Beaucaire o Lunel, durante sus fiestas locales.
Abrivado y Bandido
El abrivado era el nombre que antiguamente se le daba al traslado de los toros que iban a intervenir en una corrida, desde la ganadería hasta las arènes. Arropados por los vaqueros a caballo, la manada atravesaba campos, aldeas y ciudades. A su paso por las ciudades, sus habitantes trataban de perturbar la marcha de la manada e intentaban provocar una estampida y que los toros se escapasen, por lo que los jinetes solían pasar a galope, de donde procede el término abrivado (abriva: acelerar). A las personas que trataban de espantar a los toros se les denominaba attrapaïres.
Y después de la corrida tenía lugar la bandido (bandi: liberar, soltar), que era una faena opuesta al abrivado, ya que consistía en trasladar de nuevo los toros a la ganadería.
Con el aumento del número de los festejos taurinos, el crecimiento de las ciudades y el deseo de los organizadores de disminuir los riesgos, el traslado de los toros hasta las proximidades de las ciudades donde se celebraban los festejos, dejó de hacerse a pie y comenzó a realizarse en unos carros especialmente diseñados para ello -los char-, limitándose desde entonces el abrivado y la bandido a conducir la manada desde aquí hasta las arenes y viceversa.
Hoy día, el abrivado y la bandido son espectáculos independientes de la corrida ya que, aunque se suelen celebrar antes y después de la misma y el recorrido termina o comienza en el ruedo, los animales que intervienen son distintos a los que se lidian en la corrida.
En ocasiones, incluso se celebran concursos de abrivado en los que compiten varias manadas y donde los attrapaïres son siempre numerosos. El Concurso de Abrivado más antiguo y reputado se celebra el día de la Ascensión en las calles de Vauvert y a él asisten de 6.000 a 8.000 personas.
La Ferrade
Es la faena en la que se hierran los añojos y se hace a campo abierto. En la actualidad, bastantes ganaderos hacen de los herraderos un espectáculo público, en el que los espectadores abonan una entrada por presenciarlo.
La faena va precedida de la presentación del ganadero y de los jinetes que van a intervenir y que van provistos de su tridente.
Para herrar al animal, en primer lugar se le saca del rodeo. Una vez fuera, el añojo es acosado por los caballistas, que lo derriban en el punto indicado, donde personas a pie lo agarran de los cuernos y lo derriban al suelo. A continuación, se le marca y se le hacen las señales de las orejas, exactamente igual que con el ganado de lidia. Finalmente, se suelta al animal.
L'attente au fer
Es una faena que consiste en aguantar la embestida del toro con un tridente, que es una garrocha que, en lugar de terminar en una pequeña puya como en España, lleva un casquillo cónico con tres puntas de hierro en el extremo. Lo usan los vaqueros de la Camarga desde tiempo inmemorial y constituye un objeto emblemático de la Bouvine o mundo del toro camargués.
Para realizar l'attente au fer o "espera con el tridente", las puntas del tridente deben alcanzar el hocico del animal, que es una parte muy sensible, para que retroceda y cese en su embestida. Generalmente la realizan dos vaqueros a pie firme, que se sitúan frente al toro armados con el tridente, esperando a que embista. L'attente au fer se realiza en el ruedo o en una plaza de tientas. En el ruedo tiene como objetivo obligar a que los toros que no obedecen al simbeu, regresen a los corrales, aunque también. se celebran concursos de l'attente au fer. En la ganadería, se practica con los animales destinados a simbeu y tiene como fin enseñar al toro a que tenga miedo al hombre y lo obedezca sólo con la voz.