- TRAPÍO - Por: Don Antonio Fernández de Heredia
- TRAPÍO -
Entiéndese por trapío el conjunto de propiedades que determinan la buena o mala estampa del toro, y en este supuesto, se dice de buen trapío: «al toro que es de libras, tiene presencia y con el pelo luciente, espeso, sentado, fino y limpio; las piernas enjutas, marcándosele mucho los nervios de las mismas; las articulaciones pronunciadas y flexibles; la pezuña, redondeada, y sumamente pequeña; los cuernos de regular tamaño, tersos, y buena colocación, finos y negros, astiverdes o muy obscuros; la cola larga, fino el maslo de la misma y espesa en su final; el hocico negro o casi negro; abundante melena; las orejas vellosas y movibles; los ojos negros, relucientes, y cuanto más vivos mejor»
Sin embargo de lo que acabo de exponer, no tiene que olvidar la persona encarga da de escoger uno o varios toros, que cada región y aun cada casta tiene su trapío particular, que es necesario tener muy en cuenta. Hay castas, la del Saltillo, por ejemplo —que nadie negará es hoy quizá la de más cartel— que sus toros no son astifinos y tienen la «pezuña» algo basta; pero aun dentro de tales circunstancias, cuanto más se asemejen los de esta casta al conjunto de propiedades antes dichas, además de buen trapío, por regla general, darán mejor resultado en la lidia.
En recuerdo, admiración y respeto a Don Antonio Fernández de Heredia - Doctrinal Taurómaco de "Hache" - 1904