SUERTE UNA VEZ ELEGIDA, ES DESAIRE DEL VALOR (Y PELIGRO CONOCIDO) EL DEJARLA. |
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Suerte elegida no la desestime que una vez empeñado es gran desdoro, sea valor o ingenio quien le anime será en el lance su mayor tesoro; y aunque consejo acaso se le intime no aparte su intención de la del toro por si éste le acomete embravecido, que si huye, el caballero habrá cumplido. |