HA DE ENTRAR TODA SUERTE A LA JINETA, NO A LA BRIDA, QUE NO ES TAN FIRME, Y CUIDAR DEL MANEJO DEL CABALLO.

 Del caballo le importa el buen manejo,

la firmeza le encargo, de la silla;

el primero depende del consejo

que es quien sus movimientos acaudilla;

con ésta, el ejercicio hace cotejo

de la jineta: nueva maravilla,

que venciendo a la brida en el aseo,

ofrece a menos riesgo, más trofeo.