INDUMENTARIA DE LOS LIDIADORES

Respecto a la indumentaria que usan los lidiadores y por la amenidad que pueda tener, considerándolo como detalle curioso, ya que no como necesario, diremos que antes de que la lidia se regularizase no había, como es lógico suponer, un criterio fijo respecto a la adopción de la forma en que habían de vestir los lidiadores, y únicamente cuando el arte, adelantando sin cesar, dejó destacarse unas cuantas figuras que tomaron a profesión la lidia de toros, fue cuando empezó á existir cierta uniformidad en los trajes.

En la época en que las Maestranzas comenzaron a hacerse cargo de algunas plazas y a organizar corridas, equiparon de su cuenta a los lidiadores que en ellas tomaban parte, dando a los picadores chaquetillas de grana con adornos negros y a los peones justillos de ante.

En tiempo de Pedro Romero se usó el calzón de ante sujeto por la espalda con trencillas, coleto largo y ajustado de lo mismo, con mangas acolchadas de terciopelo, cinturón ancho de correa, media blanca y zapatos con hebilla.

Después vistieron calzón corto, chupa(1) y chaqueta con aldetas, todo de un color, con adornos negros, media blanca, zapato con hebilla, capote con mangas, sombrero de los llamados de medio queso, trenza de pelo, cofia, redecilla para recoger el pelo y peineta.

-En el cartel de la 7ª corrida de toros celebrada en Madrid el 2 de Julio de 1787, encontramos la siguiente descripción de los trajes que sacaron las cuadrillas de Costillares y Pepe-Hillo:

-La cuadrilla de Costillares va de gusanillo(2) verde celedón. El espada lleva en el vestido guarniciones de galón de plata por las costuras y rapacejo(3) de plata por los cantos.

-Las dos medias espadas, Garcés y Ximénez, vestirán del mismo color, llevando el galón de plata de las costuras más angosto que el del espada, sin flecos ni ojuelas.

-Los banderilleros de esta cuadrilla, Juan José y Mancheguillo, irán del mismo color sin galón en las costuras, con ojal y botón de plata.

-Pepe-Hillo vestirá traje de gusanillo tornasolado, batido, dorado y color botella, llevando igual guarnición que Costillares.

-Igualmente corresponden en guarniciones y adornos las dos medias espadas de esta cuadrilla Francisco Herrera y Francisco de Paula Maligno, y los banderilleros el Pocho y Manuel Nona.

-Capas: Primera cuadrilla, encarnadas. Segunda, azules, con galón de plata en el cuello las de los dos espadas.

-Los picadores Manuel Ximénez, Diego Molina, Laureano Ortega y Alberto Cordero y Carmena, llevarán casaquillas de la misma tela y color que la cuadrilla de Hillo, y las chupas de la misma tela y color que la de Costillares, con las guarniciones respectivas y correspondientes á los dichos dos primeros espadas. Las cintas de todos de color de leche y plata.

-Los que alargan banderillas llevarán vestidos blancos de lienzo guarnecido de azul, y el que abre el toril guarnecido de encarnado.

A principios del siglo XIX, Curro Guillén y Sentimientos añadieron nuevos adornos, no sólo de plata, sino también de oro, a los vestidos; trocaron por seda el gusanillo y sustituyeron la trenza, la cofia y la peineta por la coleta y la moña.

El traje de los toreros de hoy es muy costoso y de un gran efecto.

Los lidiadores de a pie llevan chaquetilla y pantalón corto, llamado generalmente taleguilla, de punto de torzal de seda, bordado en oro, plata o pasamanería a los lados, chaleco de tisú, faja y corbata de seda, estas dos cosas de un mismo color, montera andaluza con caireles, media de seda o algodón finísimo, blanco ó color rosa, y zapatillas sin tacones con lazo en lugar de hebilla. Capote de paseo de la forma de las capas usuales, confeccionado con tela de seda, con forros de seda también, con profusión de bordados en la esclavina, parte exterior correspondiente a los embozos y en la parte media inferior de la espalda.

Los capotes de brega tienen hechura semejante a los de paseo y están confeccionados con telas fuertes de algodón, hilo o seda crudos de algún peso, para que el viento los mueva lo menos posible, y con el suficiente vuelo para despedir sin esfuerzo a las reses después de cargar la suerte más o menos, según las facultades y condiciones que tengan los toros para la práctica de cada una de ellas.

Para dar más facilidad a su manejo, cuando precisa llevarlo sujeto por una de las puntas con el fin de correr a los toros de un lado a otro de la plaza, entre los forros, y en la misma punta, se dispone un corcho u otro objeto que sirva para sujetar.

(1) Especie de chaleco largo.

(2) Género de hilo de labor menuda. 

(3) Franja.  

En recuerdo, admiración y respeto a D. Leopoldo Vázquez y Rodríguez, Luís Gandullo y D. Leopoldo López de Saá - La Tauromaquia - 1895