Lenta, olorosa, redonda,
la flor de la maravilla
se abre cada vez más honda
y se encierra en su semilla.
Cómo huele a abril y a mayo
ese barrido desmayo,
esa playa de desgana,
ese gozo de tristeza,
esa rítmica pereza,
campana del Sur, campana.
MEDIA VERÓNICA
Uno, dos, tres, siete lances,
columnas de un monumento.
No se deshaga en romances.
Que no se lo lleve el viento.
Falta la cúpula alta,
la rotonda que se exalta
sobre la teoría jónica.
Y la torera cintura
—flor de elegancia— clausura,
pura, la media verónica.
Gerardo Diego