Antes de ser o estar en el bramido
que la entraña vacuna conmociona,
por el aire que el cuerno desmo-
[rona
y el coletazo deja sin sentido;
en el oscuro germen desceñido
que dentro de la vaca proporciona
los pulsos a la sangre que sazona
la fiereza del toro no nacido;
antes de tu existir, antes de nada,
se enhebraron un duro pensa-
[miento
las no floridas puntas de tu frente:
Ser sombra armada contra luz ar
[mada,
escarmiento mortal contra escar-
[miento,
toro sin llanto contra el más va- [liente
Negro toro, nostálgico de heridas,
corneándole al agua sus paisajes,
revisándole cartas y equipajes
a los trenes que van a las corridas.
¿Qué sueñas en tus cuernos, que
[escondidas
ansias, les arrebolan los viajes,
qué sistemas de riegos y drenajes
ensayan en la mar tus embestidas?
Nostálgico de un hombre con es-
[pada,
de sangre femoral y de gangrena,
ni el mayoral ya puede detenerse.
Corre, toro, a la mar, embiste,
[nada,
y a un torero de espuma, sal y
[arena,
ya que intentas herir, dale la
[muerte.
Rafael Alberti
(De «Verte y no verte», 1936.)