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1932 - Madrid - La Voz 29 febrero - Por el maestro: Corinto y Plata

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AÑO

1932 - Madrid

Fecha

29 de Febrero de 1932

Referencia

LA VOZ - Por el maestro: CORINTO Y PLATA

Hechos

Corrida de Novillos, celebrada el día 28 de Febrero de 1932 en la Plaza de Toros de Madrid.

Diestros: Francisco Céster, Ángel la Hoz (Jardinerito) y José García (Palmeño chico).

Ganadería: Marqués de Villamarta.

Resúmen

!Una hora de nevada 
sobre el aterido cuerpo, 
con la faz enrojecida 
y agarrotados los miembros!
!Una hora de nevada 
sobre el pobre revistero!
Llegaba un instante en que 
les veía veinte cuernos 
a los novillos. A veces 
imaginaba que renos 
eran los de Villamarta 
!y esquimales los toreros! 
!Y los pobres caballitos, 
unos témpanos de hielo!
En las dichas condiciones, 
¿que recordar del suceso?

Céster y Jardinerito
y el "petit" de los Palmeño
actuaron entre nieves
navegando por el ruedo.
Ahora un lance con donaire
-con donaire y un Don... Viento-
ahora un resbalón terrible
-y otro "resbalón" grotesco-,
ahora un quite con valor,
ahora otro lance con miedo...
La lluvia, el copo levísimo,
el barullo, el desconcierto;
un ganado superior
-el tercero, el quinto, el sexto
fueron reses de bandera,
bravos, nobles y pastueños-,
y como nota saliente.
las inclemencias del tiempo.

Pero, la revista, ¿qué?
!Ah! ¿La revista? Pensemos
en que la tarde era pésima,
y los toros eran buenos;
en que los chicos estaban
con el "desentrenamiento",
que es un mal que aqueja a veces
a los toreros modestos,
y es una especie de "grippe"
que aumenta los movimientos
que intensifica el temblor
y da la impresión de ineptos.
Es un mal que se atenúa
en cuanto mejora el tiempo 
y los torerillos toman
más confianza en los cuernos.

Céster y "Jardinerito"
y el "petit" de los Palmeño
actuaron buenamente,
del compromiso salieron
cobraron y se marcharon
y nos quedamos tan "frescos".
No aplaudimos con "calor", 
hubo silencios de "hielo",
resbalones a porfia,
golpes a diestro y siniestro,
-de éstos llevó buena parte
el baturro y jardinero, 
que al finalizar llevaba
lleno de bultos el cuerpo,
y no quiso retirarse
aunque tuvo el gran pretexto,
pues la paliza fué horrenda
y constante-.
No recuerdo
otros detalles precisos
sobre el gélido suceso.
Hubo aplausos para Céster,
ovaciones a Palmeño,
palmas para el baturrillo,
que abusa de un valor ciego,
y que unas veces va al aire
y otras rueda por el suelo...
!Y se levanta tranquilo,
a todo peligro ajeno!

Blanquito puso tres pares
notables, y uno estupendo.
Digno de elogio el ganado
(aunque fué más fiero el tiempo)
con respecto a la bravura,
es más justo que elogiemos
el valor de los que ayer
a los toros concurrieron
y aguantaron la corrida
a tres grados bajo cero. 

Fuente documental

Fotografía:  J. Laurent  Copia a la albúminaBiblioteca Nacional de España