Referencia:
JOSÉ GÓMEZ "JOSELITO"
Anécdota:
Conocida es la ponderación y el buen tino qué usaba Joselito en todos los actos de su vida. Sin embargo, dada su fama, su fortuna y las simpatías de que hallábase rodeado siempre, algunas veces le era indispensable alternar con sus amigos y romper en cierto modo, la consigna de sus morigeradas costumbres. Una de estas veces, estaba en un café con algunos admiradores de uno y otro sexo, cuando se le acercó un camarero, entregándole una carta. Sus amigos vieron que Joselito desplegaba una sonrisa especial y echaba mano a la cartera. Sacó cinco billetes de cien pesetas y se los entregó en un sobre al portador de la misiva petitoria,
Uno de los amigos, escritor de gran renombre, dándose cuenta de la situación y de la categoría del peticionario, por lo importante de la cantidad pedida, y tan rápida y generosamente otorgada, le dijo a Joselito, bromeando
- Un sablazo, ¿eh?
Joselito le mostró entonces la carta, sin dejar de sonreír, y sólo hizo el siguiente comentario:
—No vale la pena. Estos son gajes del oficio. Estoy seguro de que le ha costado a él más vergüenza pedírmelo que a mi molestia de dárselo...
Fuente:
Publicación - El Ruedo - 16 mayo 1945
Fotografía: Álbum Fotográfico Taurino - "Curro Meloja", don Carlos de Larra - 1945