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1932 - Madrid - ABC 12 abril - Por el maestro: D. Gregorio Corrochano

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AÑO

1932 - Madrid

Fecha

12 de Abril de 1932

Referencia

ABC - Por el Maestro: D. Gregorio Corrochano

Hechos

Corrida de toros celebrada en la Plaza de Toros de Madrid el día 10 de Abril de 1932.

Diestros: Diego Mazquiarán "Fortuna", Julio García "Palmeño" y Jesús Solórzano.

Ganadería: D. Atanasio Fernández.

Resúmen

* La primera de abono *

El domingo empezó el abono en Madrid. Ya hizo día e toros y ya acudió más gente. Se lidiaron toros de D. Atanasio Fernández, procedentes del conde de la Corte. La corrida, más igualada en notas que en tamaño, cumplió muy bien, siendo el último toro más flojo. En cambio hubo un toro superior, que se arrancó alegre, recargó y embistió muy bien; me estoy refiriendo al toro segundo de la tarde. Buen toro. También hubo un cuarto toro muy fino, muy noble, superior para el torero que le hubiera querido cuidar. Se aplaudieron algunos en el arrastre.

Entre las cosas buenas que vimos luego de las ya mencionadas merece destacarse la estocada de Fortuna al toro cuarto. Estocada de estilo, color y sabor. Hay toros que sospecha el espectador que están bien matados por la colocación del estoque, la manera de morir el toro y algún ligero movimiento que se recuerda del torero al herir. Pero ciertamente no sabemos si el toro está bien matado, porque no lo hemos visto. Opinamos por indicios. Esto es lo frecuente. Lo de este cuarto toro que mató Fortuna es infrecuente. Sabemos que mató bien al toro porque lo vimos. Lo vimos, lo medimos, lo cronometramos, nos enteramos perfectamente de cómo mató al toro. El toro había sido notable para la muleta, y después de unos pases por bajo de Fortuna, el toro juntó las manos en la suerte natural. El matador montó el estoque, recreándose en lo que había de hacer; fijó bien al toro en la muleta, como el que sabe que ahí está el secreto. Y ejecutó la suerte como en una cátedra, como se explicara en la escuela de Sevilla. El toro se quedó al sentirse mortalmente herido, y tropezó al torero con el pitón de salida, por lo que no pudo salir limpiamente por los costillares. Pero los dos primeros tiempos fueron de una finura, y una claridad, y un estilo irreprochables. Fortuna, que estuvo toda la tarde decidido y bien, por lo que se le aplaudió mucho y dió la vuelta al ruedo en los dos toros, dió como nota excepcional esa estocada, que por sí sola merecía el premio de la oreja. Aunque no fuera más que para llamar la atención sobre una suerte, que, desvirtuada con tranquillos, ya tiene más semejanza con las banderillas que con el momento de matar.

Palmeño dió la vuelta al ruedo en su primer toro por una faena efectista. Fué el toro verdaderamente bravo de la tarde, toro de faena ligada, de reposo, y Palmeño cortó la faena varias veces, no sabemos por que. Aceptamos la interrupción de las faenas con los toros agotados para poder sacar de ellos un breve partido.

Pero en toros como el segundo del domingo dejarlos descansar es exponerte a no dominarlos nunca, como aconteció. Estas interrupciones, aunque no quiero pensar mal, me parecen respiros que se toma el torero para distanciarse del toro, como si no estuviera muy agusto cerca de él. ¿Qué diríamos de un cómico que cuando estuviera en la escena más importante de una obra interrumpiese la escena, se adelantase a las candilejas y dijera: "Respetable público, ¡qué bien me está saliendo esto!".

Ya se ve que Palmeño torea poco en Madrid porque abusa de esos pases de costadillo, medio de espaldas, efectos que ya aquí se pasaron de moda. Todo lo que hizo en los dos toros fué suelto, sin ligar, por esa obstinación de cortar las faenas varias veces, que en el último acabó difuminándose por todos los tercios de la plaza. Buena voluntad y buena acogida, pero pudo ser más.

Solórzano, que lleva dos tardes con el peor lote, estuvo bien toreando en su primero. Me gustó todo lo que hizo con la muleta. Los pases ayudados por bajo para quitar nervio y lograr dominio, lo que hizo luego por alto, ya logrado el toro; todo lo que hizo con la muleta me gustó. Claro que el bajonazo no me gustó. Como no me gustó aquello que intentó con los pies juntos en el quite del toro cuarto. Le digo en esto lo que a Palmeño: eso está pasado de moda. Un día sorprendió y se aplaudió, pero eso no es torear, aunque lo parezca. Y en otros toreros que no saben de esto se puede disculpar, pero en Solórzano, que tan bien torea de capa, esas cursilerías son inadmisibles. Le encontramos decidido y seguro en el primer toro, aunque borroso y desorientado en el último. Pero más hecho que la temporada anterior, aunque todavía no haya tenido suerte.

En fin, en la primera corrida de abono hizo su presentación la estocada, que andaba un poco huída de las plazas de toros. Vino de la mano de Fortuna.

Fuente documental

Fotografía:  J. Laurent  Copia a la albúminaBiblioteca Nacional de España